En medio de los balances poselectorales, Alianza País insiste en que fue el gran ganador en los comicios seccionales. Pero además, quedó claro que el liderazgo del movimiento y del proyecto político sigue en el presidente Rafael Correa.
Esto deja una duda respecto al relevo para ocupar la Presidencia en el 2017. Esto se evidenció el fin de semana pasado, cuando el Mandatario sugirió que él podía seguir al frente de la revolución ciudadana.
Durante su enlace sabatino, Correa dijo que “revisará” su posición sobre una nueva reelección. En más de cinco ocasiones, el Jefe de Estado había aclarado que luego del 2017, cuando concluya su período, se retiraría de la política.
Incluso, la última vez que lo hizo fue durante la campaña electoral, en una entrevista en una radio en Guayaquil. Allí insistió que volvería a la tranquilidad de la vida académica.
Este discurso le permitió incluso criticar a los candidatos que buscaban la reelección por un tercero o cuarto mandato. Según dijo, no permiten la alternabilidad democrática, porque están “anquilosados” en el poder. Con esto atacó al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
Pero luego de los resultados electorales, la decisión y la posición sobre este tema parece haber cambiado. “En lo personal, creo que es mi deber revisar la sincera decisión de no lanzarme a la reelección porque tengo la responsabilidad de garantizar que este proceso sea irreversible”, dijo.
Según el analista político Jorge León, la idea de la reelección del Mandatario no es nueva. Por lo que cree que aprovechó la coyuntura electoral para volver a poner el tema en la mesa de discusión.
No obstante, considera que avanzar en una reforma constitucional que le permita seguir en el poder indefinidamente podría generar una “polarización en el país”. Pues por un lado, la gente “serrana” mira con incomodidad la idea de “la eternización en el poder”. Mientras que en la Costa se privilegia la “practicidad política de las obras” del Mandatario.
Sin embargo, para el oficialismo, la reelección del Presidente es “necesaria”, porque se requiere de continuidad en las obras y en el cambio del país. Esto evidencia que no existe otra figura política en el movimiento, que sea el que siga los pasos del Correa.
En este escenario, el asambleísta Fabián Solano (socialista) propuso el tema ante la Asamblea. El borrador del proyecto plantea una “reelección presidencial indefinida”, argumentando que el país siempre estuvo golpeado por los desgobiernos de la partidocracia y ahora ha logrado avances “gracias a la política implementada por la revolución ciudadana”.
No obstante, para León, esta iniciativa también tiene otro trasfondo: “distraernos la mirada de los resultados electorales”, que no fueron tan favorables para Alianza País, como se lo había esperado.
Incluso, este “revés” electoral que sufrió el Régimen no cayó bien en el Mandatario, que ya anunció reformas en la dirigencia del movimiento político y en el gabinete.
El domingo 23 de febrero, luego de las elecciones, el Presidente reconoció esta derrota en las “ciudades sensibles” como Quito y Cuenca, a las que se suman otras que no mencionó. No obstante, esa misma noche y a partir de entonces, el discurso cambió hacia destacar que A. País obtuvo cerca del “40% de las Alcaldías” y el “70% de las Prefecturas” en el país.
Ahora en medio de esto, el Jefe de Estado abre la puerta para su reelección indefinida.
No obstante, para que se concrete esta posibilidad se requiere de una reforma constitucional parcial.
La Asamblea puede aprobar una resolución con la mayoría de sus integrantes en al menos dos debates con un intervalo de 90 días entre el primero y el segundo, según el artículo 442 de la Constitución.
Una vez que la Asamblea apruebe el proyecto se convocará a referéndum dentro de los 45 días siguientes. Para la aprobación en referéndum se requerirá al menos la mitad más uno de los votos válidos.
Casos en la región Nicaragua.
El presidente Daniel Ortega logró una reforma constitucional en enero pasado, que le garantiza la reelección indefinida. Él ya había logrado la reelección en noviembre de 2011, sin que exista un paraguas legal.
Bolivia. El año pasado, el Tribunal Constitucional y el Congreso de ese país dieron paso a que el presidente Evo Morales buscara una segunda reelección bajo el paraguas de la nueva Constitución.
Venezuela. En el 2009, el expresidente Hugo Chávez ganó el referéndum que le permitió modificar la Constitución para tener la reelección indefinida. Por ello, participó y ganó las elecciones del 2012.
Argentina. En el 2011 se inició un debate en ese país sobre la posibilidad de reformar la Constitución, para que Cristina Fernández se postule para un tercer mandato. Pero esto no ha sido tratado.
Cuba. En la isla caribeña existe la reelección indefinida, que permite a los mandatarios continuar en el poder durante varios períodos consecutivos. Así los hermanos Castro han gobernado por años.