El peso del Gobierno en la economía ha crecido unos 10 puntos en los últimos ocho años y actualmente bordea el 35%. En una economía de USD 100 000 millones, como es el caso de la ecuatoriana, el Presupuesto del Estado ya bordea los 35 000 millones, monto que podrá ser mayor el 2015 en función de la Pro forma que el Ejecutivo envíe a la Asamblea Nacional hasta el próximo 1 de noviembre.
El Gobierno ha ganado peso porque empezó a alimentarse con todos los recursos del petróleo, que ha vivido un segundo ‘boom’ desde el 2008. Pero también empezó a ingerir más deuda, que le ha permitido cubrir sus necesidades de financiamiento.
La combinación de petróleo y deuda ha hecho que funcione el modelo económico basado en el gasto público, y que la economía crezca 4% en promedio durante la actual administración.
Para el 2015, sin embargo, el Gobierno pudiera entrar en dieta obligatoria, debido a que el precio del petróleo está cayendo, lo cual reduce los ingresos que necesita para seguir con su ritmo de gasto. Si el Régimen no consigue alimentarse con más deuda –o más impuestos-, el efecto se verá en una menor inversión, como ya lo anticipó el Presidente de la República.
Como ninguna economía crece sin inversión, es probable que se repita lo que ocurrió a inicios del 2009, cuando se registró una caída del precio del petróleo, que había empezado a finales del 2008, similar a lo que está ocurriendo en la actualidad. La caída de precios duró apenas tres meses, pero fue suficiente para arruinar el crecimiento de ese año.
La inversión pública se desplomó en el primer trimestre del 2009, y pese a que logró recuperarse durante los trimestres siguientes, el saldo final fue una caída del 5% en la inversión pública anual y un crecimiento económico del país de apenas 0,6%.
Con un Gobierno que ha ganado peso en la economía, una caída del precio del petróleo puede tener un mayor impacto en el crecimiento del país.