Agrupación musical Banda Blanca, de la Armada Nacional. Foto: EL COMERCIO
No existe una fecha exacta, pero el historiador Rodolfo Pérez Pimentel cree que las primeras retretas en Guayaquil se dieron a partir de 1821. El Puerto Principal, de Ecuador, está de fiesta por los 479 años del proceso fundacional, que se cumplen cada 25 de julio.
“Desde que había batallones en Guayaquil, con los ejércitos libertadores, había bandas de música con las que se habrían dado las primeras retretas”.
Pérez cuenta que eran bandas, posiblemente de 6 u 8 músicos que presidían los desfiles cuando iban los batallones por la ciudad.
Y que las retretas se daban cuando estas bandas de música tocaban en las plazas públicas pues en ese tiempo no había parques. Las orquestas surgieron en Guayaquil a partir de 1920 basadas en música norteamericana. Una de las más famosas fue la Orquesta Jazz Mestanza.
Unas de las pocas fotos que registan esta actividad a inicios del siglo XX data de 1909. En la Plaza Rocafuerte, una de las más concurridas, se ve al “pequeño pero habilísimo músico Nicolás Mestanza”, dirigir la banda de la Filantrópica. Muchas personas se congregaban alrededor de las plazas.
A lo largo de los años esa tradición se mantiene vigente. Durante todo el año, pero de manera particular en las fiestas julianas y octubrinas, los parques porteños de llenan de música.
Desde el 1 de julio del 2014, bandas como las de la Comisión de Tránsito del Ecuador, Policía Metropolitana, Policía Nacional, Armada Nacional (Banda Blanca) y Ejército llegan con su música alegre a distraer a los ciudadanos que detienen sus actividades para deleitarse con la variedad de ritmos.
Así la Plaza de la Merced, Rocafuerte, Centenario, San Agustín o el Malecón son los sitios en que más se producen estas retretas donde los músicos muestran su habilidad entonando diversos ritmos.
Olga Ayala, quien transitaba por el sector de la Merced, se detuvo por 20 minutos para escuchar una de las retretas de la CTE. “Esto es algo que desde niña siempre lo he visto cuando salíamos a pasear en las fiestas con mis padres y hermanos”, recuerda esta guayaquileña de 55 años.
Hay quienes se contagian de la alegría que bailan solos o en parejas. También es frecuente ver a turistas filmando las presentaciones.
Francisco Izurieta, de la Banda de la Policía Metropolitana (32 músicos), explicó que siente una inmensa emoción en cada retreta cuando ve que los ciudadanos, en gran número, se ubican alrededor a escuchar las interpretaciones.
El programa de retretas julianas se extenderá hasta el 31 de julio del 2014 en varios sectores de la ciudad.