En la Asamblea se realizó un simulacro de evacuación. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
A las 09:54 sonó una alarma dentro de edificio del Palacio Legislativo. Los asambleístas oficialistas que en ese momento se encontraban dando una rueda de prensa pasaron un mal momento. La vicepresidenta Rossana Alvarado y Virgilio Hernández gritaban para que su voz sea escuchada, mientras la sirena sonaba por segunda ocasión.
Y es que en la Asamblea Nacional el lema de que ‘la prevención es primero’ motivó a que la presidenta, Gabriela Rivadeneira, ordenara un simulacro de evacuación que se vio motivado por los últimos sismos ocurridos en la capital. El llamado inicial fue a las 09:00, pero a esa ahora la sala del Pleno estaba vacío, solamente se encontraban los funcionarios en sus oficinas
Pero el momento de la evacuación llegó. Los primeros en abandonar los despachos fueron los asambleístas que escoltados de sus equipos de trabajo abandonaban poco a poco el Palacio Legislativo. Mauro Andino, de Alianza País, y la vicepresidenta Marcela Aguiñaga fueron de las primeras autoridades en abandonar el edificio y colocarse en el centro del patio central donde recibían instrucciones.
Los legisladores como Virgilio Hernández, Rossana Alvarado o Maríangel Muñoz fueron los últimos en abandonar el edificio, con unos cinco minutos de retraso.
Mientras tanto la escolta legislativa hacía lo propio por tratar de guiar a los funcionarios. Un grupo se reunió en el patio principal, la presidenta estuvo en al patio oriental rodeada de su escolta. Luego del simulacro los legisladores retornaron al Pleno para el primer debate el proyecto de Código Orgánico General de Procesos, que tiene como propósito hacer más ágil la administración de justicia.
El debate se desarrolla sobre la base del informe preparado por la Comisión de Justicia y Estructura del Estado, presidida por el asambleísta Mauro Andino, quien, en su momento, expresó que esta herramienta busca afianzar la oralidad dentro de los procesos, dejar atrás los expedientes, la escritura, buscar que todo se resuelva en audiencias y que los jueces de principio a fin estén presentes en todas las diligencias, para garantizar la transparencia, la eficacia, la agilidad en los procesos.