Paúl Salazar apenas pudo retener la Presidencia por ocho días. Y en menos de 48 horas todo cambió. La renuncia de Gloria Toapanta, el miércoles en la tarde, como vocal del Consejo Nacional Electoral (CNE) fue el inicio de su caída. Ayer Juan Pablo Pozo lo reemplazó como el nuevo titular de esta función del Estado.
La repentina salida de Toapanta dejó dudas. En la renuncia argumentó motivos personales. Pero hubo de por medio una denuncia de que sería adherente de Alianza País (AP). Si bien este no es un impedimento para concursar al CNE, lo es para ejercer el cargo.
Tan solo debía desafiliarse. Hasta antes de su renuncia irrevocable, el movimiento oficialista no se había pronunciado. Esperó hasta ayer para hacerlo. En un comunicado aceptó que forma parte de las filas de AP y que por “respeto” a la institucionalidad respaldan la decisión de Toapanta.
Con ello,
el CNE se quedó con un vocal menos. Salazar, aún siendo su presidente, convocó a una sesión para designar al suplente que ocuparía la vacante. Si el jueves hubo confusión en el organismo, ayer por la mañana ya estaba todo resuelto.
Ana Marcela Paredes, primera suplente del concurso organizado en el 2011, ocuparía el asiento de Toapanta.
A Solanda Goyes y Mónica Rodríguez se las puso al final de la lista, aunque el jueves ambas reclamaron el cargo.
Ellas fueron las suplentes designadas en el proceso de selección que llevó a cabo el Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs)y que terminó en diciembre.
Mientras los cuatro vocales debatían sobre su nominación, Ana Paredes aguardaba en la oficina contigua al salón plenario. Coincidentemente, ese era, hasta ayer, el despacho de Pozo.
Salazar pidió que la convocaran para posesionarla. Apenas segundos hubo que esperar para que ella misma abriera la puerta y jurara respetar la ley como nueva vocal del CNE.
Fue entonces que el mismo Salazar pidió que se reconsiderara su designación como presidente. La consejera Nubia Villacís mocionó a Pozo como candidato, quien ganó con cuatro votos y la abstención de Salazar.
Carlos Tayupanta, a la sazón vicepresidente del CNE, también puso a reconsideración su cargo. Eso dio paso a la primera acción de Ana Paredes ya como vocal: mocionó a Villacís.
Con los cambios ya concretados, era la hora de la conferencia de prensa de las nuevas autoridades electorales. Salazar fue el único ausente.
Pozo habló del compromiso y trabajo que hay por delante.
Hoy organizará un taller con los demás funcionarios para planificar la línea de gestión de los primeros 90 días.
A diferencia de la administración de Domingo Paredes, dijo que esta vez la Casa de la Democracia dará mayor prioridad a la participación ciudadana y a la fiscalización. Sin embargo, no quiso referirse a las dificultades propias de la estructura de la Función Electoral.
Al ser cuestionado sobre la forma en la que llegó al poder, rechazó todos “los juicios de valor y comentarios sin sentido”, pues lo único que cuenta es que fue elegido por la mayoría de los vocales, “en democracia”.
Tayupanta siguió su ejemplo y afirmó que dejar la Vicepresidencia era lo correcto debido a la recomposición del Pleno. Apenas una semana atrás había mocionado a Salazar y aceptado ser el segundo al mando.
Los cuatro vocales eran recibidos entre aplausos en el despacho de Pozo; en la oficina de Villacís, en el cuarto piso, ya todo estaba empacado para mudarse al segundo piso.
Estaban seguros de que no habría más cambios y que hay una mayoría contundente.
Pero el escenario no está del todo despejado para las nuevas autoridades.
Sin poder ingresar, en el patio del CNE, Goyes, con el Código de la Democracia en mano, anunció que solicitará una acción de protección. Según el artículo 20, inciso 3, en caso de ausencia definitiva de un consejero, lo deberá reemplazar el suplente “que hubiera obtenido el mejor puntaje en el respectivo concurso”, es decir en 2014.
Así afirmó que los vocales que aprobaron el ingreso de Paredes incurrieron en una violación legal.
Y además alteraron el proceso de renovación parcial del organismo, ya que en tres años el Cpccs deberá reemplazar a cuatro vocales, que cumplirán seis años en funciones, y no a tres como mandan el Código y la Constitución.
En contexto
El CNE fue renovado parcialmente, a través de un concurso del Consejo de Participación Ciudadana. Los ganadores fueron Carlos Tayupanta y Gloria Toapanta, como vocales principales, y Solanda Goyes y Mónica Rodríguez, como suplentes. Goyes finalmente no se posesionó.