Niños emigrantes centran preocupación de Celac

El alarmante aumento de niños que emigran solos y de forma ilegal, muchos en busca de sus padres en EE.UU., concita la atención de un encuentro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se inauguró este miércoles en Azogues (sur de Ecuador).

Delegados del bloque regional de 33 países tratarán hasta el jueves el fenómeno de la “migración riesgosa de niños”, tras la crisis que desató en Estados Unidos el ingreso masivo de menores, procedentes en su gran mayoría de México, Honduras, El Salvador y Guatemala.

En una cifra sin precedentes, unos 66 000 menores y adolescentes sin compañía de adultos fueron detenidos en el último año en Estados Unidos, según datos oficiales.

Menores “cruzan las fronteras sin darse cuenta de los graves peligros a los que se enfrentan durante la travesía (...) Evitar y prevenir es nuestro propósito”, dijo la viceministra ecuatoriana de Movilidad Humana, María Landázuri, durante el acto de instalación de la III Reunión sobre Migraciones de la Celac.

Entre otros riesgos, los menores que intentan llegar a Estados Unidos suelen ser víctimas de bandas criminales que los violan, extorsionan y asesinan. A raíz del aumento de la emigración de este tipo, Estados Unidos reforzó el control militar en la frontera con México.

Muchos niños -junto a familiares de emigrantes- fueron recluidos en albergues en condición de detenidos mientras se define su situación migratoria, lo que fue criticado duramente por organizaciones de derechos humanos.

El gobierno ecuatoriano lanzó un llamado a tratar el problema bajo un principio de corresponsabilidad.

“Nos convencimos de que hay varios responsables, los gobiernos de los países de origen (de migración), los gobiernos de países de destino y también la ciudadanía. Todos debemos asumir lo que nos corresponde”, declaró Landázuri.

Reunificación familiar de migrantes

A finales de los noventa, Ecuador enfrentó la mayor inmigración de su historia, unos 1,5 millones de personas, a raíz de la crisis económica, pero recién ahora empieza a conocer el fenómeno de los niños emigrantes.

El caso de una indígena ecuatoriana de 12 años que presuntamente se ahorcó en un albergue en México destapó el problema a comienzos de marzo.

La menor, que pretendía reencontrarse con sus padres en Estados Unidos con la ayuda de un traficante de personas, presuntamente se suicidó tras ser detenida. Su cuerpo fue repatriado y enterrado en una localidad de la provincia de Cañar, cuya capital es Azogues.

“La migración es un tema muy complejo, muy dimensional y requiere de los esfuerzos de todos los países para encontrar soluciones, y eso es lo que la Celac está haciendo”, dijo a la prensa Adriana Solano, delegada de Costa Rica, país que ostenta la presidencia pro témpore del organismo.

La subdirectora de Migración de Costa Rica, Gladys Jiménez, dijo a la AFP que su nación es utilizada como tránsito de “muchos menores de edad” hacia Estados Unidos, para quienes “ prima el principio de no discriminación, por lo que no son deportados ni rechazados”.

“Hay que establecer un mecanismo de comunicación, de base de datos efectivo, que nos permita compartir dentro de la Celac información sobre estos flujos y medidas que adopta cada uno de los miembros para enfrentar el problema”, añadió.

Además de la emigración riesgosa de niños, los representantes reunidos en Azogues analizarán posibles respuestas para facilitar la reunificación de las familias migrantes.

Buscamos una “reunificación segura e informada (...). No podemos considerar a la persona migrante como un trabajador generador de riqueza simplemente, sino como son familias que tienen derecho a una vida digna y a estar unidas”, sostuvo la viceministra ecuatoriana.

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