Colombia comenzó a vivir un inédito alto al fuego sin mayores novedades

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, durante su visita a Bahía Portete (norte del país), el sábado. Foto: Mauricio Dueñas Castañeda/ EFE.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, durante su visita a Bahía Portete (norte del país), el sábado. Foto: Mauricio Dueñas Castañeda/ EFE.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, durante su visita a Bahía Portete (norte del país), el sábado. Foto: Mauricio Dueñas Castañeda/ EFE.

Colombia comenzó a vivir desde el primer minuto del sábado pasado (20 de diciembre) un inédito alto el fuego unilateral e indefinido decretado por las FARC, cuya duración es asumida con reserva por la sociedad debido a las condiciones impuestas por la guerrilla y que no fueron aceptadas por el Gobierno.

El alto el fuego de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) empezó a las 00:01 hora local del sábado, pasadas las primeras horas no había registros de acciones violentas en el país, a diferencia de lo ocurrido la víspera cuando acciones de la guerrilla dejaron ocho militares y policías muertos, seis heridos y un desaparecido.

En una declaración que dio en el departamento de La Guajira, en el extremo norte del país, el presidente Juan Manuel Santos manifestó que espera que este alto el fuego se convierta en “bilateral y definitivo”.

“Hoy comenzó un cese al fuego por parte de las FARC, unilateral e indefinido, que yo espero que se convierta en un cese al fuego bilateral y definitivo y pongamos fin a una guerra de 50 años”, aseveró el Mandatario.

En un comunicado de prensa emitido con motivo del inicio del alto el fuego, el Secretariado del Estado Mayor Central (mando) de las FARC, expresó su satisfacción por “las reacciones constructivas de la gran opinión pública” en torno al cese de hostilidades “de manera unilateral e indefinida con vigilancia nacional e internacional como gesto de desescalamiento del conflicto”.

“Cabe anotar que nuestra decisión no es el regalo de una rosa llena de espinas, sino un gesto colmado de humanidad en respuesta al clamor generalizado de las víctimas del conflicto y la expectativa nacional”, agregó el mando de la guerrilla colombiana.

Entre las condiciones no aceptadas por el Gobierno, pero que no han impedido el comienzo del alto el fuego, están la veeduría internacional a cargo de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la ONG Frente Amplio por la Paz.

Suplementos digitales