Copiadoras y cibers revisan precios al usuario

Centros de copiado y cibers prevén alza de precios. Foto: Vicente Costales/ El Comercio

Centros de copiado y cibers prevén alza de precios. Foto: Vicente Costales/ El Comercio

Posiciones divididas sobre el costo de servicios existen entre los dueños de copiadoras, café nets (cibers), etc.., tras el incremento de aranceles para varios artículos tecnológicos.

El pasado 29 de diciembre el Comité de Comercio Exterior emitió la Resolución 51, a través de la cual se sube la tarifa arancelaria, entre 5% y 15%, para 588 partidas de importación vinculadas, principalmente, a maquinaria y tecnología.

Esta regulación comenzó a aplicarse, según Aduana, el pasado 15 de enero. Desde esa fecha importadores, distribuidores y comercializadores subieron o anunciaron un próximo aumento de precios para flash memory, laptops, tabletas, impresoras, copiadoras, computadoras, etc.

Esto, sin embargo, no motivará un incremento de precios de servicios en locales como Copy Center Express, ubicado en los alrededores de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE). Allí se da el servicio de copiado, alquiler de computadoras e impresión, entre otros.

Gerwin Córdova, propietario del sitio, aseguró que la competencia en el sector es tan fuerte que, en el caso de tener que comprar una máquina o repuestos, deberá asumir el costo y no pasarlo a los clientes. “Deberíamos subir, pero si solo yo, de 20 locales que existen en la zona, aumento los precios, no tiene sentido”, dijo.

Cobra USD 0,02 por copia y 0,75 la hora de alquiler de una computadora con acceso a Internet. Por ahora dice que mantendrá el precio, conforme se mueva el mercado en la zona.

En G&G Centro de Copiado, que tiene locales cerca de la UTE y de la Universidad Católica, en cambio, se prevé que el costo de la copia pase de USD 0,02 a 0,03; mientras que la hora de Internet pasaría de USD 0,60 a un dólar, según Juan Guamán, propietario del negocio.

El empresario explicó que el armado de una computadora (todo el hardware) costaba USD 300, pero que calcula que con las nuevas tarifas podría llegar a 500. El impacto para el negocio, dice, no es solo por la compra de máquinas nuevas, sino por los repuestos o por la adquisición de dispositivos periféricos como teclados, unidades de memorias, etc.

Hasta el año pasado todos estos artículos no pagaban arancel, debido a que el Gobierno consideraba que esto podría ayudar al proceso de digitalización de la población.

Sin embargo, el pasado viernes el ministro de Industrias, Ramiro González, al consultarle por qué se aplicó la modificación arancelaria, señaló que tenían que tomar la medida ante el “problema serio de apreciación del dólar” que vive el país, actualmente.

El funcionario indicó que esta situación es incluso más seria que la caída del precio del crudo. “Había que poner coto a las importaciones porque un país dolarizado tiene que financiarse con las divisas que ingresan. No nos queda más, hemos escogido las (partidas) que menos impacto tengan”, dijo.

La medida, según González, no busca recaudar, sino lograr un equilibrio de la balanza comercial. Lo propio se consigue con medidas no arancelarias.

Una de ellas, según las personas que están en el negocio de copiado, es la aplicación de normas de calidad para las máquinas usadas importadas, lo cual volverá “casi imposible” traerlas al país y repotenciarlas.

Guamán aseguró que la afectación es fuerte debido a que se prefería traer copiadoras de segunda mano, que eran más baratas y que generaban la misma utilidad que una nueva.

Otros negocios, en los que no piensan por ahora en una renovación de maquinaria, aseguran que habrá que ver qué sucede más adelante y luego pensar en la revisión de costos. En Editorial y Papelería Patria, ubicado en la zona de Santa Clara, por ejemplo, el precio de la copia se mantiene en USD 0,02.
Allí indicaron que el impacto actual solo será para los importadores. Mientras que en negocios pequeños aún desconocen de la aplicación de la medida y los costos se mantienen.

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