Crimen, adulterio y análisis masivo de ADN, un caso que apasiona a Italia

El asesinato de una adolescente italiana en el 2010 llevó a la Policía a efectuar un análisis masivo de ADN que terminó destapando esta semana no solo al presunto asesino sino un adulterio de hace 40 años, en un caso que apasiona a los medios de comunicación de Italia.

Cuatro años después del asesinato de Yara Gambirasio, la ciencia ha señalado como presunto responsable a Massimo Giuseppe, un albañil de 44 años al que la investigación ha revelado como hijo ilegítimo de Giuseppe Guerinoni, un conductor de autobús fallecido en 1999. La protagonista ahora es la madre del albañil, Ester Arzuffi, que nunca pensó que su aventura extraconyugal saldría a la luz.

"La ciencia se equivoca, no es cierto. Jamás estuve con Guerinoni", se defiende Ester Arzuffi en una entrevista que publicó hoy, 20 de junio, el periódico "Il Corriere della Sera".

El escándalo ocupa desde hace días las portadas de los principales diarios del país, así como de los telediarios y de los boletines informativos, y hoy la declaración de Arzuffi le dio una nueva vuelta de tuerca.

El caso se remonta al 26 de noviembre de 2010, cuando los padres de Yara Gambirasio denunciaron la desaparición de su hija, entonces una adolescente de 13 años.

Su cadáver fue encontrado tres meses después en un campo en Madone, en la provincia de Bérgamo (Lombardía, norte de Italia) con seis puñaladas y una herida profunda en la cabeza.

En la investigación, la Policía descubrió que el asesino había dejado una gota de sangre en los pantalones de la niña, cuando presuntamente se hirió un dedo con un cuchillo al intentar arrancarle la ropa interior.

Los investigadores decidieron realizar 18 000 pruebas de ADN a los habitantes de la zona para dar con el responsable del delito.
Ha sido un examen genético sin precedentes que permitió concluir que el autor del asesinato era uno de los hijos de Giuseppe Guerinoni, el conductor de autobús ya fallecido.

Pero las pruebas de ADN realizadas a sus hijos dieron negativo, por lo que los investigadores supusieron que el responsable debía ser otro vástago fruto de una infidelidad.

El pasado lunes, los análisis dieron un nombre, el de Massimo Giuseppe Bossetti, padre de tres hijos y sin antecedentes penales.
Según la prueba, que se efectuó dos veces para asegurar la exactitud, Massimo Giuseppe es hijo del conductor de autobús y no del hombre al que, hasta ahora, creía su padre, Giovanni Bossetti.

Es una historia digna de las mejores telenovelas: el hombre que hasta ahora se creía padre del presunto asesino se ha enterado así de que su mujer le fue infiel, la hermana gemela de Bossetti también ha sabido que su padre no es su padre, y el tercero de los hermanos, el menor, ahora tiene dos hermanastros.

Aunque Ester Arzuffi, de 67 años, lo niega todo: Guerinoni "era un amigo, pero nunca tuvimos una relación", afirmó la mujer.

"Vivía en Ponte Selva (Bergamo) como él, no lo oculto. Pero era un conocido. Mi marido le pedía que me llevara al trabajo, en coche, porque pasaba por la zona. Después por la tarde volvía en autobús. Pero entre conocer a una persona y tener una aventura con ella hay un trecho", subrayó Arzuffi.

Arzuffi, que reiteró la inocencia de su hijo, dijo comprender el dolor que sienten los padres de Yara y aseguró que tiene pendiente "acercarse a verlos y a darles un abrazo".

Para su hijo, otro mensaje desde el diario: "Le mando un abrazo. Quiero mirarle a los ojos y decírselo: No eres el hijo de ningún otro".

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