Rafael Correa, presidente de Ecuador, y Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, en la inauguración de la sede de la Unasur, en Quito. Foto: AFP
Pasaron dos horas desde que comenzaron a llegar los mandatarios de la región para la inauguración de la sede de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur). Los medios de comunicación debieron salir del interior del nuevo edificio para que la deliberación del documento que se firmará en la tarde de este 5 de diciembre del 2014, y no llegaba la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Sobre la alfombra roja esperaba el presidente Rafael Correa junto al canciller argentino Héctor Timemann. Todo indicaba que ya llegaría al edificio que llevará el nombre de su esposo, el expresidente y exsecretario de la Unasur, Néstor Kirchner, quien falleció en el 2010 cuando cumplía las funciones de secretario general de este bloque regional.
Pero la espera se volvió larga. Rafael Correa fue hacia la parte posterior de la sede para saludar a los obreros que trabajaron en la construcción del edificio y quienes serán los encargados de cortar la cinta. A las 11:25, a bordo de un Mercedes Benz plateado, llegó. Besó a los niños que portaban dos banderas argentinas e ingresó para la sesión.
Luego de su entrada, los miembros de las Fuerzas Armadas, abandonaron la guardia de la sede. Ahora todo lo importante ocurre en el interior del nuevo edificio, pero nadie tiene acceso a lo que se discute.