La posibilidad de disfrutar de este pulmón natural se extiende ahora a los pobladores de Durán, cantón al que pertenece la isla Santay. Desde ayer, al humedal se puede cruzar a pie o en bicicleta desde esa localidad ferroviaria.
Así, a través del puente peatonal construido e inaugurado por el Gobierno, la Santay quedó conectada a esa ciudad y a Guayaquil, por medio de dos viaductos basculantes.
Hoy es posible entrar a la isla desde Guayaquil, a la altura de la calle El Oro, recorrer un nuevo sendero dentro de la Santay y salir al frente, a Durán. Hasta ayer la única forma de conexión entre ambos cantones era por medio del puente de la Unidad Nacional.
Al ingresar desde Durán, por ejemplo, se puede caminar o pedalear hasta la Ecoaldea, a través de una caminera construida, tras recorrer 5,9 kilómetros.
En el sitio se conoce el hábitat de las 56 familias que habitan en igual número de viviendas. Allí, además de haber un pequeño malecón, existe una cocodrilera que es el sitio referente de visitas. Si alguien, desde el vecino cantón, quiere entrar a Guayaquil y no llegar a la Ecoaldea, puede tomar a la altura del km 4,2 el otro puente peatonal, a la altura de la calle El Oro, inaugurado el pasado mes de junio.
Ayer, durante el acto de inauguración, el presidente de la República, Rafael Correa; el gobernador del Guayas, Rolando Panchana, entre otras autoridades, llegaron pedaleando desde Guayaquil. El recorrido lo hicieron en aproximadamente unos 45 minutos.
Al ritmo de canciones de salsa y tecnocumbia, acompañado con las palmas, la inauguración del puente Duran – Santay se convirtió en una fiesta popular. Miles de personas festejaron la apertura del viaducto.
En el malecón de la ciudadela Abel Gilbert hubo un gran despliegue de policías, vigilantes de tránsito, bomberos y militares por la enorme afluencia de personas que estaban ansiosas por cruzar el puente.
El público también estaba impaciente a la espera de la llegada del presidente Correa. Para demostrar su funcionamiento, el puente basculante fue elevado en medio de aplausos, luego del arribo del Mandatario.
Esta obra beneficia a los vendedores ambulantes, quienes aseguran que subirán sus ventas. El comerciante Kléber Párraga confía en que aumenten al doble sus ventas.
Para entrar a la isla el Ministerio del Ambiente pide el registro de los visitantes. Esa medida la comparte Jairo Russeau, residente de Duran, quien asegura que esta obra ayudará a mejorar el ambiente y la economía del cantón ferroviario.
La nueva obra tiene 678 metros de extensión y 4,5 de ancho.
Fue construida a un costo cercano a USD 19 millones e incluye una zona de ciclovía.
Al puente se accede por una serie de cuatro rampas y ofrece siete áreas de descanso con asientos y lonas de protección del sol. Además se ofrece servicio de alquiler de bicicletas.
El proyecto, que es parte del programa Guayaquil Ecológico, lo complementa un sendero por la parte posterior de la isla, donde está prevista la instalación de 20 alcantarillas tomando en cuenta el ingreso del río cuando hay creciente.
Senderos y camineras suman 14 kilómetros con los cuales se podrá recorrer totalmente la isla entrando por Guayaquil y saliendo por Durán o viceversa.
La isla Santay es un humedal con reconocimiento internacional, de 2 174 hectáreas de extensión. En el lugar habitan unas 245 personas.
Ayer, luego de los actos protocolarios, los ciudadanos hicieron largas filas para ingresar a su isla, pues la Santay pertenece a Durán aunque, hasta ayer, no accedían a ella.