Dayuma Caento (como consta en su cédula) lideró las primeras luchas para recuperar el territorio de los huaorani. Ese es el mayor legado que dejó la matriarca que falleció el sábado pasado (01 de marzo de 2014) en Puyo, provincia de Pastaza.
Según Eduardo Pichilingue, director del Centro de Derechos Económicos y Sociales (Cedes), Dayuma vivió en plena época en la que se tuvieron los primeros contactos con este pueblo. “Hay muchísimo de la historia de los huaorani que se habrá ido con Dayuma. Ella decidía gran parte de los destinos del pueblo entero”.
La matriarca fue indispensable para que parte del territorio les sea devuelto a los huaorani, y sea finalmente legalizado en los años noventa, agrega Pichilingue. “Ella lideró de alguna manera el pedido de los huaorani, que ya era un clamor popular de que se les devuelva un territorio”. Tierras que estaban en manos de los evangélicos del Instituto Lingüístico de Verano (ILV), con sede en Estados Unidos. Esto sucedió en la década de los cincuenta.
En ese tiempo, Dayuma fue el primer contacto con el grupo de misioneros evangélicos extranjeros. En ese entonces, el espacio donde estaban los huaorani no superaba las 16 000 hectáreas. “Los huaorani tenían un dominio de territorio de casi dos millones de hectáreas”, agrega Pichilingue.
Para Diego Escobar, comunicador de Nina Radio (Puyo), Dayuma fue el mejor referente de liderazgo que tenía la Amazonía ecuatoriana. “Era una dirigente organizacional pero sobre todo espiritual. Su mayor preocupación fue el territorio que quedaba para las nuevas generaciones”. Agrega que era una mujer poseedora de “una sabiduría impresionante”.
Ayer, el cuerpo de Dayuma fue enterrado en Toñampari, la comunidad en donde nació y vivió por varios años. El lugar está ubicado a 20 minutos, vía aérea, desde Puyo.