Un estudio elaborado por el Municipio y publicado en el documento Perfil Urbano Ambiental determinó que en Loja existen 11 zonas de alto riesgo y otras 11 de muy alto riesgo. La mayor incidencia se registra en el norte y en el sur al estar caracterizados por suelos arcillosos. Según Diego Ramón, jefe de la Unidad de Ordenamiento Territorial del Municipio, eso hizo que los problemas se agravaran tras las fuertes lluvias.
Pero existen otros fenómenos que son impredecibles y que causan daños severos. En el barrio La Banda Alta, en el noroccidente de la urbe, se presentó un movimiento de tierra en noviembre pasado. 13 viviendas de hormigón se derrumbaron y la situación persiste y se extendió hasta el barrio vecino de La Florida.
En este último sector 10 casas tienen fisuras y están en riesgo de colapsar. La lojana Luz Labanda, de 57 años, tiene su inmueble en ese barrio. “Hay aberturas entre dos y 10 centímetros, que se ven en toda la construcción”.
En el inmueble habitan nueve personas (tres niños y seis adultos), oriundos de la parroquia Celén, en el cantón Saraguro. No tiene a dónde ir porque sus bienes los vendieron para comprar el terreno en Loja y edificar la casa.
Labanda no entiende cómo los técnicos del Municipio no le advirtieron del problema en los suelos. “Ahora no sé qué hacer”, dice.
Otro inconveniente se registra en el suroccidente, en el barrio Colinas Lojanas. Allí, desde la semana pasada, se reportaron fisuras en 10 inmuebles.
En ese barrio, la casa más afectada es de Segundo Calero. La estructura es de adobe y cemento.
Javier Ruiz, coordinador encargado de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, señaló que la consultoría del Municipio efectuada en el 2008 ha determinado zonas en las que no se debe construir. Pero las mayores complicaciones se presentaron en edificaciones sin permisos.
“Son problemas que hasta al Municipio se le escapan de las manos. Son asentamientos desordenados que con el tiempo, por no tener servicios básicos, provocan deslizamientos o movimientos de tierra que les afectan”.
En la Coordinación Zonal del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda se reportaron las afectaciones a 144 familias en Loja. 114 son durante este año y 30 corresponden al año pasado.
Marielena León, coordinadora zonal, dijo que la ayuda se está concretando. Pero existen dificultades en las reubicaciones porque hay que construir las nuevas casas en terrenos seguros.
Solo en el cantón Loja hay 67 casas afectadas. Solo 14 dueños han presentado su documentación en regla para ser beneficiados con el bono de la vivienda. El jueves finalizó el plazo para que las familias presenten los requisitos.
Punto de vista
John Soto / Director de la Escuela de Geología y Minas de la UTPL
‘Hay que emprender un examen geológico del suelo’
Loja está constituida, geológicamente, por basamentos. Es decir, tiene diversidad de rocas que se constituyen en terrenos no compactados. Son suelos jóvenes que fluctúan entre 1 0 y 1 5 millones de años. Eso significa que las construcciones deben hacerse con medidas de precaución. Las morfologías son variadas. Existen pendientes altas y muy altas donde no debe edificarse. En Loja hay un sinnúmero de fallas geológicas que no están verificadas. Hay que tener cuidado porque el suelo puede afectar a las construcciones nuevas. Para planificar un crecimiento de Loja se debe examinar lo geológico y estructura del suelo.