La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) seleccionó hoy, miércoles 23 de julio de 2014, al uruguayo Edison Lanza para el cargo de Relator Especial para la Libertad de Expresión. Foto: EFE
Unas pocas horas después de ser elegido como nuevo Relator Especial para la Libertad de Expresión de la OEA, el periodista uruguayo y abogado Édison Lanza interrumpió su presentación al personal de la oficina para hablar con O Globo. Evadió responder específicamente acerca de los ataques de los países bolivarianos, pero dio a entender que su defensa de la Relatoría será inflexible.
Según Lanza, su estilo favorece el diálogo. Pero, subraya, su proceso de selección “reafirmó la posición de fortalecer la Relatoría. Es una señal de que la institución se mantiene trabajando bajo los mismos ideales”. Esto incluye seguir recaudando fondos fuera de la CIDH, el blanco de la ira de los bolivarianos.
¿Cuáles son sus preocupaciones sobre la libertad de expresión en las Américas?
Hay problemas estructurales que seguirán a la orden del día. Todavía hay una gran violencia contra los periodistas en el hemisferio. Hay criminalización de la expresión, con el uso del derecho penal (difamación, calumnias, injurias) para criminalizar la difusión de información que debería ser pública, especialmente por funcionarios públicos. Vinculado a esto hay un tema puesto en el Brasil de hoy, que son leyes que pueden penalizar la participación en protestas. Y trabajamos en lo que respecta a las acciones de la Policía. Mejorar el acceso a la información pública también está en la agenda.
¿Qué nuevas cuestiones tienen que estar en el debate?
El reto está en el horizonte de la libertad de expresión universal, integración con otros derechos humanos, vinculadas a la protección de los niños y adolescentes, a las cuestiones de género. Hay oportunidades para trabajar dentro de la comisión, con otros relatores especiales, con los Estados y la sociedad civil. Todavía hay una agenda en la mesa que es de diversidad, pluralismo y concentración de los medios (de comunicación). Aquí tenemos un interesante punto de partida, tenemos que ver cómo se desarrollan las diversas iniciativas en la región. Queremos discutir, promover el diálogo y proporcionar asistencia técnica. El derecho a la privacidad es otro tema que debe crecer, ya que está presente en la sociedad actual.
Para el tamaño del trabajo, la caja de la Relatoría es pequeña.
¿Cómo pretende recaudar fondos?
Una buena parte del funcionamiento de la Relatoría está financiada con fondos de cooperación, los Estados o donantes que entienden que la libertad de expresión es una ley estructural de la vida democrática y que vale la pena cooperar con el Relator. Vamos a trabajar en esto, para tener una variedad de fuentes que puedan sostener el trabajo. Vamos a continuar la búsqueda de fondos.
Los tiempos fueron turbulentos para la Relatoría en los últimos años. ¿Qué espera en su mandato, calma o nuevas tempestades?
La elección del nuevo relator favorece a la Relatoría y la CIDH. Es una señal muy importante para los actores del sistema interamericano. Fue un proceso transparente, público, con gran participación de los solicitantes calificados y un proceso exigente. Creo que reafirmaron la posición del Sistema Interamericano de fortalecimiento de la Relatoría, de mantenerla prioritaria en la protección de los derechos humanos en la región. Aquí tenemos un punto de partida. Es una señal de que la institución mantiene. En particular, mi estilo y el del país de donde vengo es la inclinación general al diálogo, a trabajar con todos los actores, a buscar soluciones a través del diálogo. Nosotros, sin embargo, vamos a ver qué pasa más adelante, la realidad que nos presenta. Pero mi predisposición es trabajar de una forma abierta y transparente, en conjunto con todos.