Decenas de militares participaron ayer en la ceremonia donde se recordó un año más de la guerra del Cenepa. Foto: Santiago Arcos para EL COMERCIO
El mensaje se repitió una vez más: USD 1 718 millones invertidos en las Fuerzas Armadas en ocho años. Otro mensaje: “Esto es seis veces mayor de lo que invirtieron otros gobiernos desde el 2000 hasta el 2006”.
Unos 600 militares escuchaban lo que decía Fernando Cordero. El Ministro de Defensa llegó ayer, 10 de febrero, al Ala de Combate número 21, Taura (en Guayas).
Allí se recordaron los 20 años de la guerra del Cenepa y el primer combate aéreo supersónico registrado en Sudamérica.
Un poco antes de las 12:00, 30 pilotos volaron ocho aviones Súper Tucano, cinco Cheetah y tres helicópteros TH. Esta flota militar es de la Fuerza Aérea.
También tenían siete helicópteros Dhruv, pero cuatro se destruyeron y tres están parados. Así, este día se recordó en medio de las investigaciones por esos siniestros.
Cordero habló del profesionalismo de las Fuerzas Armadas, para “enfrentar los nuevos riesgos y amenazas que tiene la Patria”. Pero también aseguró que la FAE y las otras dos ramas “sabrán participar en la protección de los derechos, de las libertades y de las garantías”.
Desde el 2008 se invirtieron más de USD 400 millones únicamente en 18 aviones subsónicos Súper Tucano, 12 supersónicos Cheetah y siete helicópteros Dhruv. De toda la inversión militar, la FAE es la que ha recibido más equipamiento en relación con las otras ramas (Ejército y Marina).
En el 2013 se invirtieron USD 6,13 millones en el mejoramiento justamente del nivel operativo de los Súper Tucano. Esas inversiones en equipamiento coinciden con las reformas planteadas por el Ministerio de Defensa y con las metas del Plan de Seguridad Integral.
En un comunicado difundido la semana pasada, la Fuerza Aérea dijo que “gracias al apoyo del Gobierno hemos recuperado nuestra capacidad operativa con aviones supersónicos, subsónicos, helicópteros, avionetas de entrenamiento para los cadetes”. Y se asegura que eso “obliga a prepararnos y a actualizarnos permanentemente para el óptimo uso de estos equipos”.
Ahora, el equipamiento y los escenarios de la FAE cambiaron (en relación con el Cenepa). Eso lo dice el comandante de la FAE, Raúl Banderas. “Los retos son diferentes. Con menores, en número, pero más sofisticados equipos debemos conservar la paz alcanzada”.
Y Cordero dice “sentirse orgulloso” de que esta rama de las FF.AA. haya alcanzado nuevamente su capacidad operativa. Después de la guerra, el personal de la Fuerza Aérea desarrolla diversas actividades, como apoyo en saneamiento, construcción de centros de salud y unidades educativas, que se suman a labores de rescate.
El recuerdo de la guerra
La flota aérea simuló el combate en el Cenepa. En el conflicto Ecuador derribó tres aviones peruanos y cinco helicópteros. Ayer, los militares que participaron en ese enfrentamiento narraron esos momentos. Esto ocurría mientras se realizaba el desfile aéreo en la Base.
Banderas fue uno de los pilotos que se enfrentó a Perú. “Nuestros oficiales y aerotécnicos en las diversas y delicadas responsabilidades asignadas en misiones de vuelo, en mantenimiento, planificación, defensa aérea, en atención médica… cumplieron con un ideal de Patria; todos dispuestos a entregar su vida por la defensa nacional, pues defender la heredad territorial significa defender nuestra herencia histórica, el patrimonio cultural, sus valores eternos y su identidad”.
Tras la guerra, las dos naciones comenzaron un proceso de desminado. Dos décadas después del enfrentamiento armado aún falta por detectar dispositivos en Pastaza, Zamora y Morona Santiago.
Las tareas de desminado, que terminaron en El Oro y Loja, comenzaron en el año 2000 y se han invertido USD 9,5 millones desde el 2009. Entre 1995 y 1998, cinco militares perdieron la vida por estos dispositivos y 41 fueron afectados por la amputación de extremidades.
En contexto
En la guerra del Cenepa murieron 33 militares ecuatorianos. Ellos fueron recordados el 26 de enero en la Escuela Militar Eloy Alfaro. Precisamente ese día se cumplieron dos décadas de este enfrentamiento armado entre fuerzas militares de Ecuador y de Perú.