Un deslizamiento de tierra causado por el colapso de un colector de aguas residuales alarmó a los habitantes del barrio La Imaculada, al sur de Riobamba, Chimborazo. María Rosa Llinquín muestra su plantación de coliflor perdida por las aguas contaminadas que inundaron su terreno. Foto: Cristina Márquez / EL COMERCIO
Luz María Llinguín pensó que un terremoto sacudía su vivienda la madrugada de este martes 3 de febrero del 2015. Pero en realidad, los fuertes estruendos que se escuchaban bajo la tierra eran los escombros y la basura que arrastraba el sumidero de aguas servidas que colapsó debido al temporal.
La fuerte lluvia que empezó a caer sobre Riobamba, una ciudad andina del Ecuador, la noche del lunes 2 de marzo, saturó las angostas alcantarillas, provocando que el agua de los canales subterráneos inundara cerca de tres hectáreas de cultivos y seis viviendas de la comunidad Las Palmas, en el sur de la capital de Chimborazo.
Llinguín pertenece a una de las familias más afectadas. Sus cultivos de coliflor, zanahoria y las laderas, donde pastaba su ganado vacuno, quedaron sepultados bajo una capa de lodo y basura que arrastró la corriente.
“Fue lo más angustiante que he vivido, parecía que todo se acabaría aquí. Yo nunca había visto algo similar, solo en las películas”, describió a mujer, mientras caminaba por las chacras de hortalizas destruidas por el agua.
Pero las pérdidas económicas no son su única preocupación. El agua que emergió de las alcantarillas es agua servida y está contaminada. El desagradable olor que se percibe en los terrenos afectados evidencia la insalubridad.
“Pedimos la intervención del Ministerio de Salud para que evalúen la situación de los moradores. Pues el agua contaminada puede causar enfermedades”, informó Pablo Morillo, director de la Secretaría de Gestión de Riesgos en Chimborazo, en los Andes de Ecuador.
Esta tarde (martes 3 de marzo) se efectuó una reunión cantonal del Comité de Operaciones en Emergencias (COE). Participaron técnicos municipales, personal del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Magap), personal de Ministerio de Inclusión Económica y Social, entre otras entidades.
La prioridad al momento es abastecer de agua potable a los moradores de ese sector para que puedan asear sus espacios y consumir alimentos limpios. El Cabildo se encargará de abastecer con tanqueros el barrio y de rehabilitar las vías de acceso destruidas.
María Sagba y su familia también fueron afectados por la inundación. Todos los electrodomésticos que guardaba en su casa, situada en la parte baja de la comunidad, dejaron de funcionar. También perdió las herramientas que usaba para la agricultura y los medicamentos veterinarios y balanceados que adquirió para sus animales.
“La agricultura y la ganadería son el pan del día, solo ganábamos lo suficiente para comer y ya ni eso tenemos. Espero que las autoridades se conduelan de nosotros y nos ayuden a recuperar los terrenitos”, dijo llorando la mujer, de 44 años.
Personal del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuacultura ya evaluó la magnitud de los daños en los cultivos y se planifican mecanismos de ayuda que se anunciarán en las próximas horas. También el Ministerio de Inclusión Económica y Social, entregará ayudas humanitarias para las familias damnificadas, como alimentos no perecibles, ropa y vituallas.