Cincuenta familias viven entre los escombros en la Isla Trinitaria

Guayaquil, Desalojo forzado ejecutado la mañana de ayer por la Secretaria Técnica de Asentamientos Humanos Irregulares, en sectores de la Isla Trinitaria. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO

Guayaquil, Desalojo forzado ejecutado la mañana de ayer por la Secretaria Técnica de Asentamientos Humanos Irregulares, en sectores de la Isla Trinitaria. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO

Guayaquil, Desalojo forzado ejecutado la mañana de ayer por la Secretaria Técnica de Asentamientos Humanos Irregulares, en sectores de la Isla Trinitaria. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO

Montículos de escombros se levantan a las orillas del estero Salado. Los despojos son el resultado del operativo de desalojos efectuado la mañana de ayer, 27 de marzo de 2015, en la cooperativa Mélida Toral, en el sector de la Isla Trinitaria.

Ninfa Estacio recoge de entre las ruinas, de lo que alguna vez fue su casa, pedazos de caña, toma piezas de tejas de zinc y agarra un pedazo de plástico. Ella asegura que levantará su casa de nuevo en el mismo sitio. Su vivienda fue destruida por estar ocupando terrenos calificados como áreas verdes.

La morada de Estacio forma parte de los cerca de 40 inmuebles que fueron derrocados durante el operativo dirigido por la Secretaría Técnica de Asentamientos Irregulares.

En la mayoría de familias del lugar se repite una historia similar. Los moradores recogen lo que quedó de las paredes de caña y arman pequeñas covachas, donde se resguardan de la lluvia e intentan dar de comer a sus hijos.

Guayaquil, Desalojo forzado ejecutado la mañana de ayer por la Secretaria Técnica de Asentamientos Humanos Irregulares, en sectores de la Isla Trinitaria. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO

“Y si mil veces desbaratan las casas, mil veces más las construiremos”, reclama Casilda Salazar, otra de las habitantes que fue desalojada. Ella dice que cuando la necesidad aparece el miedo se va. No tiene miedo de otro operativo que incluya helicópteros, policías, maquinaria pesada e incluso uniformados a caballo.

Salazar tiene tres hijos, es madre soltera y temporalmente se convirtió en constructora. No conoce nada de arquitectura, pero con martillo en mano erigió dos endebles paredes y un tambaleante techo.

Niños, jóvenes y adultos durmieron a la intemperie. Entre ellos está Micaela N., de seis años. Su madre dice que la infante tiene un poco fiebre por la gripe que contrajo anoche. “No es justo que lo niños pasen en la calle, solo porque no tenemos un lugar donde vivir”, expresó.

El secretario Técnico de Asentamientos Irregulares, Julio César Quiñónez, dice que a los habitantes de las viviendas se les notificó que serían desalojadas con más de dos meses de anticipación. Sin embargo, los moradores de los inmuebles aseguran que 48 horas antes se enteraron de que sus casas serían destruidas.

Ante la problemática de las personas desalojadas, Quiñónez, mencionó que las familias que perdieron sus moradas que acogieron a un plan de reubicación.

Desalojo forzado ejecutado la mañana de ayer por la Secretaria Técnica de Asentamientos Humanos Irregulares, en sectores de la Isla Trinitaria. Foto: Gabriel Proaño / EL COMERCIO

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