Estaba en casa con su hija. Su pareja llegó y le dijo que quería hablar sobre sus hijos, pero comenzó a agredirla. Esta escena la recordó Ivón C. Ella tiene 35 años, dice que la quiso matarla, pero que huyó para buscar ayuda entre sus vecinos.
“Me golpeó con los puños y luego tomó un cuchillo. Siempre me ha golpeado, es por eso que me separé hace ocho meses”. Casos como estos se recordaron este 28 de mayo, cuando se recordó el Día Internacional de acción por la salud de las mujeres.
Con un acto simbólico, en la avenida Amazonas (norte de Quito) se colocaron zapatos rojos en el piso. Y allí se presentó también un cartel que decía: “Ni una muerte por violencia”.
Información oficial difundidas por el INEC señalan que seis de cada diez mujeres sufren violencia de género en el país. Morona Santiago y Tungurahua son las provincias que más casos registran.
Grupos defensores de los derechos humanos difundieron información y citan casos. Por ejemplo, en Tungurahua, entre noviembre de 2012 y noviembre de 2013, siete mujeres aparecieron muertas en la capital de la provincia, con signos de violencia. La última en ese periodo fue Vanessa L.
En abril del 2014, en Ambato se registraron dos casos más de feminicidio. Se trata de Nathaly V. de 34 años; y su hija, Ymmij M. El último caso en esa misma ciudad ocurrió el 16 de mayo. Ese día, investigadores el cuerpo sin vida de María C.
Guayas, la provincia en donde vive Ivón C., también registra casos fuertes. La mujer recuerda que nunca denunció a su pareja. “No sé, le tenía consideración porque es el padre de mis hijos, pero yo ya no lo quería”.
Cuenta que él no la entendía y que la amenazaba por teléfono. “Por último, me dijo que si quería ver de nuevo a mi hijo, tenía que acostarme con él. Mi niño de 11 años vive con su padre, y la niña conmigo”.
En Ecuador, el feminicidio es delito desde principios de este año, cuando la Asamblea aprobó un nuevo código penal que lo tipificaba así: “La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género, será sancionada con prisión de 22 a 25 años”.