Un financista venezolano fue condenado este jueves, 29 de enero de 2015, a 13 años de prisión por la justicia federal estadounidense de Connecticut (noreste) por un fraude por cientos de millones de dólares a inversores que incluía negocios con la petrolera estatal PDVSA, indicó la fiscalía.
Francisco Illarramendi, de 45 años, se había declarado culpable en 2011 de cinco cargos, entre ellos fraude y conspiración para obstaculizar a la justicia.
Estaba detenido desde 2013 acusado de montar un esquema Ponzi (estafa piramidal) que expuso a inversores extranjeros a pérdidas por unos USD 700 millones, según un comunicado de la fiscalía.
El juez federal Stefan Underhill lo sentenció este jueves a 13 años de prisión, más tres años de libertad supervisada.
Dentro de 90 días habrá una audiencia para determinar el modo en que el condenado restituirá los fondos en cuestión.
Un síndico nombrado por Underhill recuperó más de USD 300 millones de los fondos perdidos.
“Durante más de cinco años, el intento de Francisco Illarramendi de ocultar una pérdida inicial de USD 5 millones se convirtió en un elaborado fraude que llevó a inversores y acreedores a perder cientos de millones de dólares”, señaló el fiscal adjunto Michael Gustafson, citado en un comunicado.
“Durante ese tiempo se las arregló para vivir bien, recibiendo más de USD 20 millones en ganancias”, agregó.
Como parte del fraude, Illarramendi fabricó documentos falsos para engañar a inversores, acreedores y el ente regulador bursátil estadounidense (SEC) sobre el supuesto capital de un fondo de inversión, según el acta de acusación.
También mintió sobre el verdadero desempeño de ese fondo y las transacciones que llevaba a cabo.
Según la fiscalía, Illarramendi pagó un soborno de USD 3,4 millones a dos responsables de la petrolera estatal venezolana PDVSA a cambio de garantizar una inversión de USD 100 millones.
Las autoridades venezolanas han dicho que PDVSA puso fin a un contrato con Francisco Illarramendi en 2004, un año antes de que comenzara la trama fraudulenta.
Entre los USD 300 millones recuperados por el síndico se encuentra la gran mayoría de los sobornos pagados, según la fiscalía.
El síndico vendió también una propiedad de Illarramendi por un monto de unos USD 3 millones.