Graves incidentes se presentaron en el recinto Abdón Calderón cuando se impidió que maquinaria de la Prefectura del Guayas y del Municipio de Balao inicien los trabajos de adoquinamiento de las calles. Foto: Cortesía de la Prefectura del Guayas.
Redacción Guayaquil
Luis Castro, alcalde de Balao, denunció ante la Fiscalía del Guayas los ataques recibidos por un grupo de personas que respaldan la postura de que el recinto Abdón Calderón pertenece a Azuay y no a Guayas.
El pasado viernes, Castro, quien estaba acompañado de la viceprefecta del Guayas, Mónica Becerra, y unas 15 personas, llegaron a dicho poblado con maquinaria municipal para el inicio de los trabajo de adoquinamiento de las calles.
“Fuimos recibidos con piedras y palos. Había gente que no era de Abdón Calderón pero que fueron llevados desde otras localidades azuayas. Me detuvieron una retroexcavadora, una gallineta y el tractor los cuales fueron destruidos. A uno de los operadores le destrozaron la espalda a piedrazos”, relató el burgomaestre.
Guayas y Azuay mantienen un diferendo de límites por dicho recinto que, según documentos, históricamente perteneció siempre a Balao, desde que era parte de Guayaquil. Su población, mayoritaria, es oriunda de Azuay pero paga sus impuestos y registra sus tierras en Balao, a 15 minutos. Para llegar a Cuenca, los habitantes de Abdón Calderón deben viajar 3 horas y media.
Este martes 25 de noviembre del 2014, el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, rechazó dichos incidentes registrados donde fueron agredidas 15 personas de la Prefectura del Guayas y del Municipio de Balao.
“Las versiones que han circulado en redes sociales no corresponden a la realidad de los hechos… Es una información absolutamente tergiversada y me parece que al prefecto del Azuay (Paúl Carrasco) lo han mal informado respecto de lo que realmente sucedió ese día”, dijo Jairala.
Y expresó su respaldo a la viceprefecta Becerra y al alcalde Castro, quienes lo acompañaron en una rueda de prensa.
Jairala explicó que el diálogo con su par del Azuay, Paúl Carrasco, sigue abierto. “El diálogo sigue abierto. Pero si no cambian las condiciones y si se insiste en entorpecer el trabajo de la Prefectura del Guayas y del Municipio de Balao, tendremos que optar por la resolución institucional y ya no por la consulta popular. Si las condiciones se normalizan y se nos permite trabajar, tal como nosotros permitimos el trabajo del Azuay, honraremos nuestro compromiso de la consulta popular”.
A través de resolución institucional, contemplado en la Ley de Fijación de Límites, la provincia del Guayas puede argumentar la pertenencia de 608 kms2 de la zona de Abdón Calderón (aunque el recinto en sí representa solo 1 km2), sobre la base de la historia y de la documentación. Ésta debe ser presentada ante el presidente de la República, en abril de 2015, para su decisión final.
El retorno de la maquinaria también está condicionado a las garantías que dé la Policía. Jairala dejó en claro que se trata de un territorio guayasense. “Los ánimos deben bajar, las tensiones deben bajar y aceptar mutuamente, Azuay y Guayas, que estamos en un territorio que se ha llamado de controversia, aunque no nos guste y que, como tal, en esa condición, tenemos derecho a trabajar tanto Guayas como Azuay, en beneficio de los habitantes”, agregó. Incluso, responsabilizó a un grupo pequeño de habitantes de Abdón Calderón que maneja el negocio del agua potable y de las juntas de riego. Por ello, garantizó que al ratificarse la pertenencia del recinto a Guayas, “gestionaremos ante Senagua para que se nos autorice construir una planta de agua”.