Los blindado fueron incinerados, después de la explosión que sufrieron en el asalto. Foto: Cortesía Banco Pichincha
El asalto a los dos vehículos blindados fue “planificado”, “violento” y al “estilo de fuerzas paramilitares”. Así lo aseguraron Antonio Acosta, presidente Adjunto del Banco Pichincha, Pablo Córdova, gerente de Seguridad del banco y Oswaldo Domínguez, gerente de Vaserum, empresa que estuvo encargada de la custodia y traslado de USD 3,7 millones hacia la provincia del Napo.
La tarde de este jueves 23 de octubre, los funcionarios dieron detalles del asalto ocurrió a las 10:00 de ayer, en la vía Quito-Lago Agrio (que usaban para ir a Napo), a la altura del volcán Reventador. En este hecho murió un guardia de seguridad y otros tres quedaron heridos tras enfrentarse en fuego cruzado a una banda delictiva.
Acosta señaló que luego de la explosión de los autos blindados hubo una lluvia de billetes y algunas bolsas con el dinero se quemaron. Sin embargo, hasta esta tarde se habían recuperado USD 1,5 millones. Los USD 3,7 millones que iban en los carros –dijo- están asegurados y no representa una pérdida para la entidad financiera.
Domínguez, por su parte, indicó que el operativo de traslado de valores se inició a las 05:30 de ayer. En todo el proceso se guardaron los protocoles de seguridad. Incluso informó que se hicieron pruebas sobre el estado de salud de los 12 guardias de seguridad privada que custodiaron los valores.
Detalló que hubo una balacera que duró unos 10 minutos. Los custodios tenían revólveres 36 mm, pistolas de 9 mm y escopetas con perdigones, el tipo de armamento que les permite la Ley. Con eso enfrentaron a 20 desconocidos, quienes los atacaron con fusiles FAL y AK47, ametralladoras, bombas molotov y explosivos plásticos.
“(los guardias) Enfrentaron munición de guerra y a un grupo de delincuentes entrenados al puro estilo de las fuerzas paramilitares, quienes hicieron explotar y volar dos vehículos blindados con el más alto blindaje que producen las compañías que los fabrican”, dijo.
También se informó que los vehículos tenían cámaras de video en línea y equipos de rastreo satelital, pero por las deficiencias de los sistemas de comunicación hay zonas oscuras y sin conectividad. Una de esas áreas sin cobertura es la zona del volcán Reventador, en donde los sospechosos ejecutaron el asalto.
Córdova, gerente de Seguridad, explicó que este robo es el más violento y el más grande en la historia del Banco Pichincha. Además que, los atracos a instituciones financieras, en general se han incrementado en los últimos seis años. “Pero la agresividad y brutalidad que se utilizó ayer es lo que llama mucha la atención; en asaltos a bancos, en lo que va del año, solo en Quito han ocurrido seis, con muchísima violencia”.