El impuesto afectará a terratenientes urbanos

Diego Aulestia, ministro de Vivienda. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Diego Aulestia, ministro de Vivienda. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Diego Aulestia, ministro de vivienda. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Entrevista a Diego Aulestia, ministro de vivienda

El impuesto a la plusvalía ya se cobra, ¿qué sería lo nuevo en esta media tributaria?

La plusvalía es el incremento de valor que no es producto de la acción del comprador sino del propietario, dotado de acciones del Estado y de desarrollo urbano. Cuando se hace obra pública se incrementa el valor de los predios, que debe ser compartido entre la sociedad.

El costo de estas obras, que benefician a los predios, se cobra a través de los municipios con la contribución especial de mejoras, que es un valor mínimo frente a lo que puede existir.

Los grandes terratenientes urbanos son quienes más se verán afectados con la medida.

¿Cómo están midiendo este incremento de valor por obra pública?

Normalmente se adopta una visión restringida; en situaciones reales se adopta plusvalía a través de tres grandes dimensiones: cambios de uso de rural o urbano; de no residencia a residencial, por acción del municipio; también se da por la obra pública del gobierno local, ya sea pavimentación, adoquinado y las transferencias de dominio. El resultado es que el valor de un predio sube cinco, 10 y hasta 20 veces.

¿Hay un estudio que determine este aumento por acciones públicas?

En América Latina existen investigaciones. En Ecuador hay casos que nos hablan de que el incremento en el valor es fácilmente de 10 veces.

Entonces, la pregunta clave es: ¿Debe la sociedad regalar ese incremento en el valor de un predio a unos pocos propietarios privados?

Hay una firme decisión política de que la plusvalía es un problema para la sociedad por dos razones: afecta las dinámicas urbanas y esto se acepta desde diferentes vertientes políticas y conlleva transferencia de recursos hacia pocos beneficiarios privados. Por ejemplo, en Cuenca hay 13 000 predios abandonados.

¿Cuenca tiene una dinámica diferente por la migración histórica y otros procesos?

Hay muchas ciudades que tienen una dinámica diferente.

¿Qué ocurre en Quito?

Es una ciudad donde existe suelo habitable vacante, porque el tema de plusvalía está beneficiando a pocos y no es que esos beneficios salen de algún lado indeterminado; la plusvalía de unos pocos la paga la sociedad en su conjunto.

¿De dónde saca la conclusión de que la plusvalía se centra en pocos?
Clarísimo: ¿cuántos terratenientes urbanos hay? ¿Cuántos lotes baldíos hay?

¿Cuántos son, dónde está la concentración en pocos?

Cuando hablamos de plusvalía estamos hablando de los lotes de mayor superficie, de engorde. Evidentemente, los dueños de esos grandes lotes son un grupo reducido de población. Quienes se ven afectados, como resultado del manejo especulativo del suelo, son los ciudadanos que buscan vivienda, que quieren alquilar o comprar y no encuentran proyectos inmobiliarios.

La mayor parte de la gente no puede escoger dónde vivir por la especulación del suelo; cuando se habla con los inmobiliarios, lo primero que le dicen es que no hay suelo razonable para desarrollar proyectos. La mayoría de la gente no tiene poder de localización dentro de la ciudad. Las viviendas de interés social todavía tienen que ubicarse en las periferias, cuando todavía hay suelo vacante, pero es muy caro por la especulación.

¿Entonces los terratenientes que mantengan suelos baldíos serán sancionados?

Por supuesto, será más costosa la especulación del suelo. Lo que tenemos que hacer es encarecer, castigar la especulación, que sea muy costoso el engorde de terrenos.

En Colombia y Perú es donde más han avanzado en este desarrollo. Todos los elementos que fueron anunciados por el Presidente los estamos analizando y hay que estar claros de lo que significa el incremento del suelo sin haber hecho nada. No estamos hablando de la actividad inmobiliaria, que toma el suelo como un insumo, arriesga capital, aporta trabajo, sino del engorde de suelo.

¿Esta concentración en pocos es una tendencia en Quito o nacional?

Es a escala nacional y se puede ver en experiencias internacionales que es un obstáculo en la eficiencia urbana.
El control de la plusvalía es un elemento en el que concuerdan posiciones políticas.

¿Pero sobre la base de un sustento técnico?

Evidente, ese es nuestro proceder. La decisión política es que no es posible que existan pocos que se beneficien, puede preguntar a los promotores qué les parecería estrategias de oferta de suelo que les permita construir más, es un sector beneficiado indirecto de este proyecto.

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