En las bodegas del Mercado Municipal de Transferencia de Víveres se consumieron una gran cantidad de abastos. Foto: EL COMERCIO
Bajo los parasoles de cemento del área de comedores, decenas de personas observaban la intensa llamarada que consume todo un andén del Mercado Municipal de Transferencia de Víveres, en el sector Montebello, en el noroeste de Guayaquil.
El incendio se produjo cerca de las 15:00 de este miércoles 29 de octubre del 2014 y acabó con 80 bodegas en las que se almacenaban artículos de abastos. Detergentes, aceites, enlatados, plásticos avivaron el fuego que se extendió rápidamente.
El estruendo de las sirenas de carros y ambulancias del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil resuenan en el sitio. 70 motobombas intentan, hasta esta hora, controlar el fuego. Leopoldo Terán, segundo jefe de los Bomberos, explicó que utilizan retroexcavadoras para romper las puertas metálicas y tumbar los techos que fueron retorcidos por el intenso calor. Además enfatizó que no se registraron heridos, pues los propietarios de esa zona del mercado únicamente laboran hasta las 13:00.
Edwing Paida miraba la intensa columna de humo que se elevaba frente a él. Su madre, Teresa Minchala, es la propietaria de uno de los locales afectados. Calcula que perdió, al menos USD 300 000. “Esta no es la primera vez. Hace tres años, en noviembre, se quemó el andén donde yo tenía dos locales. Perdí como USD 150 000”.
Esta tarde, el andén donde él trabajó servía de plataforma para el trabajo de bomberos, policías y guardias de seguridad. De ese espacio solo quedan ruinas y columnas destruidas.
Detrás del área cercada por el operativo, un grupo de propietarios de negocios colindantes esperaban entrar para rescatar su mercadería. Su paso fue impedido por agentes de la Policía.
Mercedes Reina se quejó por la falta de medidas de seguridad en el sitio. “Por todo nos cobran y no hay ni un puesto médico ni hidrantes para este tipo de emergencias”.
Afuera del mercado, una hilera de camiones repletos con frutas y legumbres aguardaba ingresar. El humo incluso se esparció como nieblas hasta la vía Perimetral.