Los tres períodos de la familia Kirchner en el poder parecen tocar a su fin.
Cristina Fernández de Kirchner (Kristina, le llamaremos) no podrá optar por una tercera elección. No lo hará, porque pese a los esfuerzos que hizo cuando los plazos para reformar el esquema legal todavía corrían, la institucionalidad se impuso y la sensatez le ganó la partida.
Eso no quiere decir que su partido, el Frente para la Victoria (FPV), el heredero caudaloso del viejo peronismo, no vaya con candidato presidencial en 2015.
Kristina ya eligió heredero. Se trata del Gobernador de la provincia más populosa (Buenos Aires), Daniel Scioli.
Es curioso. Scioli fue apartado hace un tiempo del círculo cercano a Kristina, pero el pragmatismo marca a la política y de manera particular al populismo peronista y sus herederos. Ahora Scioli es el mejor, o el menos malo.
Las encuestas – todavía prematuras a un año de la elección – divulgadas por 5 firmas distintas en Telenoticias, ponían con cifras muy cercanas (rondaban el 26 y el 21%) a tres candidatos. Unas veces, Sergio Massa, del Frente Renovador (FR), en otras las lideraba el gobernador Scioli y otras sitúan a la cabeza al jefe de Gobierno de Buenos Aires, el centroderechista Mauricio Macri. En un lejano cuarto lugar, según las encuestadoras, están candidatos del Frente Unen, una entente de centro-izquierda donde De la Sota o Hermes Binner dividen preferencias.
Todos los partidos harán primarias( las paso, les llaman). De allí saldrán al menos cuatro candidatos pero los tres primeros serán seguros.
Massa, exministro del difunto Néstor Kirchner, tendría al centro y la disidencia del FPV y gran opción en segunda vuelta, ya sea que pase con Macri o Scioli. Llevaría los votos moderados de ambos. Macri, en cambio, si pasa con Scioli, tendría a los massistas, y Scioli, si va con Macri, conquistaría en ballotage algunos votos blandos del FR.
Kristina deberá responder por el descalabro económico.