Tenía 22 años. Desapareció el 16 de mayo del 2013, en el sector de Rumicucho (San Antonio de Pichincha) y desde entonces no hay rastros de David Romo. La búsqueda ha sido intensa y los detalles de este trabajo lo cuenta la madre de este joven, Alexandra Córdova, en una entrevista con EL COMERCIO.
En el rastreo han participado decenas de rescatistas, policías, bomberos, pero no hay resultados.
En uno de los últimos hechos, los investigadores hallaron un cuerpo pero las huellas dactilares no coincidieron con las de David, quien estudiaba periodismo en la Universidad Central.
“Han sido meses tremendos, desde que mi hijo desapareció. Acogieron mi denuncia a las 48 horas”, dice Córdova. “Esperar 48 horas es demasiado. Hemos empapelado toda la ciudad y ¿por qué no aparece David?”.
Después de estos hechos, el Consejo de la Judicatura de Transición creó un protocolo para que la Policía, Fiscalía, juzgados y “las unidades especiales de primera instancia de reacción (como el 911)” busquen de forma inmediata a una persona que no llegó a casa o se perdió.
“Me interesa dar con David, ver qué pasó con él. No tengo respuestas. ¿Qué ha pasado con él?”, señala la madre. Este Diario presenta la segunda parte de esta entrevista con Alexandra Córdova.
La madre de David Romo relata el proceso de búsqueda de su hijo (PARTE 1)