Las familias mexicanas receptoras de remesas obtienen un 15 % menos en términos reales por la inflación y por el fenómeno del ‘superpeso’. La apreciación récord de la moneda local ante el dólar, lo que enciende las alertas para el poder de consumo. Esto, a pesar del récord experimentado por estos envíos durante el primer trimestre del año.
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México, el segundo mayor receptor de remesas del mundo, solo detrás de India, según el Banco Mundial, recibió un récord de USD 14 105 millones de sus ciudadanos residentes en el extranjero durante el primer trimestre de 2024, un aumento interanual del 1 %.
Pero en marzo, cuando México tuvo una inflación general del 4,42 % y el dólar un valor promedio de 16,84 pesos, un 8,33 % menos que el 18,37 del mismo mes de 2023, los ingresos por remesas se contrajeron en 15,2 % en términos reales en los hogares receptores, según el ‘Análisis de Migración y Remesas’ del BBVA.
Además, el reporte indicó que durante el tercer mes de 2024 las remesas enviadas a México cayeron un 3,3 % interanual hasta los USD 5 021 millones, con lo que “pone fin a una racha de 46 meses al hilo con incrementos, que inició en mayo de 2020 y terminó en febrero de 2024”.
Golpe particular a la frontera
La caída impactó en particular a la frontera de México con Estados Unidos, como Ciudad Juárez, donde los envíos que llegaron en el primer trimestre sumaron USD 89 millones, un 22 % menos que los USD 113,9 millones del mismo lapso de 2023.
Al considerar el valor en pesos mexicanos, el desplome es de un 29 %. “Si antes (las familias) recibían USD 100, que eran más o menos 2 000 pesos, ahora esos USD 100 son 1 700 ó 1 650 pesos y a eso agrégale la inflación, que todo está más caro”, advirtió Thor Salayandía Lara, coordinador del Bloque Empresarial Fronterizo.
El empresario agregó que, además de menos ingresos, los precios son cada vez mayores en la ciudad, que tuvo la séptima inflación más alta de México en marzo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que merma aún más el poder adquisitivo, sobre todo de los más pobres.
“El dinero que reciben es lo básico, para pagar la renta (alquiler) para pagar los servicios, la comida, y ahora que están así, recibiendo menos dinero, seguramente han tenido que estar haciendo otro tipo de cosas para completar”, lamentó.
El líder del sector privado señaló que la economía en la frontera “depende mucho del dinero que mandan los connacionales y eso le da cierto balance a la economía”.
“Si no lo tuviéramos estaríamos peor porque no tenemos las condiciones”, expresó.