Las anomalías del Pacifico Central Ecuatorial disminuyen producto del fortalecimiento de la estacionalidad típica del año. Foto: Joffre Flores/ EL COMERCIO.
Las condiciones para el desarrollo del fenómeno de El Niño frente a las costas ecuatorianas han cambiado.
El último informe del Comité Nacional para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen), reunido el 24 de julio, mostró datos alentadores.
Indica que el análisis del índice de anomalías en el Pacífico Central mostró valores menores a 0.5 °C (grados Celsius) los últimos 3 meses. Y que muestra una tendencia a la baja. “De la información nacional observada se puede deducir que la probabilidad de un evento cálido extraordinario en nuestro territorio disminuye”.
Esto lo ratifica Freddy Hernández, oceanógrafo del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar). Explica que las anomalías del Pacifico Central Ecuatorial disminuyen producto del fortalecimiento de la estacionalidad típica del año.
“Esta época es normalmente fría y está llegando al máximo en este lapso; está regresando a su normalidad. Los sistemas oceánicos estaban cálidos y lo sistemas de presión estaban bajos pero ahora están regresando a la normalidad”, dice.
Pero el especialista aclara que no necesariamente esto quiera decir que no va a haber fenómeno El Niño. “Lo que se puede decir es que se ha reducido la posibilidad de su presencia y por ende podría reducirse su intensidad”.
Carlos Bernal, gerente de la Empresa Pública de Agua, informó que conocen “con bastante certeza que no va a llegar a ser un Niño en el nivel registrado en 1997-1998, basado en el seguimiento global, como la NOAA y otras instituciones que compartimos información” sobre este fenómeno.
Bernal dio esta información el miércoles, 30 de julio, en un seminario sobre el agua que organizó el Ministerio Coordinador de Sectores Estratégicos.
Según Bernal, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos emitirá esta semana, o la próxima, la información oficial sobre las nuevas condiciones de El Niño. A principios de este año, los pronósticos indicaban que se está gestando un mega-Niño y de mucha mayor intensidad que el fenómeno que se tuvo entre 1997 y 1998.
Así no haya un Niño de grandes impactos, tampoco se descarta que se tenga un período invernal fuerte. Bernal dijo que están preparados para afrontar ese invierno con planes de contingencia y prevención.
Según el funcionario, los proyectos que se construyen en la Cuenca del río Guayas ayudarán parcialmente en el desfogue de los ríos, para evitar las inundaciones. De hecho, este momento cuentan con 65 kilómetros de baipaces para controlar los caudales de los ríos.
Este proyecto de control se complementa con las obras que se edifican en la zona de influencia del río Bulubulu, Cañar y Naranjal.
Igualmente, el proyecto Propósito Múltiple Chone ya ha funcionado, porque la ciudad manabita ya no se inundó en el invierno pasado, como sí ocurrió el año pasado.
El funcionario calcula que un 55% a 60% de los 800 000 habitantes, afectados por inundaciones, ya no sufre los embate de los inviernos.