Los niños, el nuevo gran reto migratorio para México

La atención prestada a cerca de 11 000 menores migrantes en lo que va del año, de los cuales más de la mitad estaban sin compañía, prendió las alarmas del gobierno mexicano, que ahora afronta un nuevo gran reto en materia migratoria: ¿Cómo atender la crisis de menores migrantes no acompañados que desean llegar a Estados Unidos a través de su frontera común?

La creación de un zar fronterizo para ordenar el flujo migratorio en la zona limítrofe con Guatemala y la presentación del plan Frontera Sur en esta área para legalizar la estadía temporal de migrantes centroamericanos hacen parte de acciones concretas que ha establecido este mes el gobierno mexicano para hacer frente a la problemática.

Para la Coordinadora del Movimiento Migrante Mesoamericano, Marta Sánchez Sóler, sin embargo, estas medidas de "contención" no ayudan a resolver de fondo la situación, ya que cree que la problemática migratoria centroamericana debe tratarse como un fenómeno de desplazamiento.

"Lo primero que hay que hacer es hacerle ver a Estados Unidos que tiene una enorme responsabilidad en lo que está sucediendo en Centroamérica y lo segundo que como medida de urgencia se declare a toda esta gente no como un fenómeno migratorio sino como un fenómeno de desplazamiento forzado y se les trate como refugiados", afirmó Soler.

La defensora de los derechos de los migrantes también considera que en la actual crisis humanitaria declarada en Estados Unidos por la llegada de más de 57 000 menores migrantes no acompañados desde octubre pasado se debe aclarar cuántos son realmente niños.

"Eso de niños está por verse, porque un joven centroamericano de barrio a los 15 años tiene hijos y muchos de ellos ya tienen parejas y familias. No es lo mismo un niño de clase media de 15 años que un joven de barrio empobrecido a los 14 o 15 años, que ha tenido responsabilidades de trabajo y de familia desde hace mucho tiempo", expresó.

A a juicio del ex Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras Ramón Custodio la problemática del flujo migratorio de menores no acompañado lo deben resolver tanto México como los países centroamericanos como un tema de Estado.

"Aquí hay una contradicción histórica. Estados Unidos fue construido por gente emigrante pero ahora le dan más importancia a los Tratados de Libre Comercio, a levantar barreras arancelarias y a levantar barreras en contra de la inmigración, que siempre ha sido un derecho de todos los seres humanos", afirmó en diálogo telefónico.

"Esto es un asunto de Estado, de ética, de interés sobre derechos humanos y su posición frente a Estados Unidos debe ser tratar esto como un asunto de Estado, no un asunto de favor, no asunto político, sino como un asunto de Estado, en favor de los niños que buscan la reintegración con su familia", agregó.

México se ha mostrado activo en las recientes reuniones que se han realizado en el país y Centroamérica para abordar el tema y ha dejado en claro que la problemática debe ser resuelta de manera regional.

"México está convencido de que el fenómeno migratorio debe ser atendido desde una perspectiva regional corresponsable y sobre todo humana, pero también somos conscientes de que cada nación tiene que hacer su parte", expresó recientemente el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, al presentar junto con su homólogo de Guatemala, Otto Pérez, el programa Frontera Sur, que busca una frontera próspera, moderna, segura y con flujo migratorio ordenado.

Aunque de momento el país ha mostrado interés en resolver la problemática, aún afronta retos como evitar la violencia y peligros que enfrentan en su tránsito por México los migrantes, entre ellos su movilización ilegal en medios de transporte irregular como el tren de carga, al que los migrantes llaman "La Bestia".

El secretario (ministro) de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó recientemente que el gobierno prepara una estrategia para controlar este tránsito ilícito, en el que migrantes son víctimas de delitos y accidentes en los que padecen mutilaciones.

La cifra de 11 000 menores atendidos en lo que va del año en México supera la estadística de 9.700 menores de edad, en su mayoría centroamericanos, que fueron interceptados durante 2013.

De los menores interceptados en los últimos nueve meses por las autoridades estadounidenses, más de 12.000 son mexicanos. La problemática de los menores suma un nuevo elemento a la ya preocupante situación de la violencia que padecen los migrantes en México, país que en los últimos años ha pasado a ser no sólo ruta de tránsito, sino receptor de migrantes.

En su paso por México muchos migrantes son víctimas de delitos como asesinato, robo, extorsión, secuestro, abuso sexual y reclutamiento por parte de grupos del crimen organizado, lo que convierte en una pesadilla su sueño de intentar llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades y escapar de la violencia.

Suplementos digitales