Pablo Iglesias, líder de Podemos. Foto: EL COMERCIO
Entrevista a Pablo Iglesias, líder de Podemos
¿Qué liderazgos de izquierda necesita América Latina, tipo José Mujica (Uruguay) o tipo Rafael Correa?
Cada país es un mundo. Hay elementos comunes que nos permiten hablar de América Latina como una región, con toda la dimensión geopolítica que representa, pero con realidades muy distintas. En Bolivia, por ejemplo, la cuestión indígena tiene una centralidad mayor. Los liderazgos dependen de la historia, de la coyuntura, de los líderes disponibles y creo que eso es algo que hay que respetar. No creo en las recetas. No queremos imitar lo que ocurre en América Latina. La forma de liderazgo debe ser distinta. Seríamos muy miopes si queremos algo igual en España.
En Ecuador siempre se anhela el Presidente fuerte, fajado, ‘con pantalones’…
No creo que los pantalones o la virilidad sean elementos para juzgar los resultados de un Presidente. Me gustan los datos económicos. No juzgaré al presidente Correa por su estilo personal, por la manera en que se exprese, aunque me guste. Lo fundamental son los resultados. Y estos, en este país, son datos incuestionables.
¿El bienestar económico justifica la merma de libertades individuales?
La igualdad y la libertad tienen que ir de la mano. Es ridículo decir a un persona que duerme en un cajero automático que tiene derecho al voto. No entiendo por qué hay que reducir los derechos civiles a los sociales.
¿Le preocupa que la figura del perdón presidencial se instale en una democracia?
Es una característica de los sistemas presidencialistas y ello no implica déficits democráticos. Es lógico que a alguien no le guste, pero la ley no obliga a nadie a pedir perdón al Presidente.
En su visita a Bolivia, ¿habló con el presidente Evo Morales sobre los detenidos, muchas veces por causas políticas, sin sentencia por años?
No hablé con él de eso, pero soy consciente de ello. En todo caso, en Bolivia como en cualquier democracia, alguien está detenido porque ha cometido algún delito o está detenido preventivamente porque está a la espera de un juicio. En mi país eso se puede prolongar hasta dos años y no debe ser así. Nadie va a la cárcel por ideas sino por hechos que se subsumen en un tipo penal.
¿No estamos cayendo en un relativisimo y legitimamos los hechos según nuestra conveniencia?
Estoy de acuerdo. Cuando las cosas se hacen mal, están mal independientemente del color político. Cuando se entrevista a un español sobre la situación política en otro país es inevitable la comparación porque tengo la sensación de que, como español, se piensa que tenemos algo que enseñar o presumir.
De llegar a ser gobierno, ¿Podemos plantearía leyes de comunicación?
Hay algo que se dice y que muchas veces es verdad: la mejor ley de medios es la que no existe. Pero cuando ocurren situaciones de injusticia, yo quiero oír a los periodistas de mi país. He escuchado a muchos periodistas decir que están coartados, que les cambian el titular. Ocurre en los medios públicos, de derechas y también en los progresistas.
Está planteando hechos puntuales por encima de conceptos. Con una ley de comunicación puede haber autocensura…
En España los medios públicos se convierten en el altavoz del Gobierno. Los medios públicos son un servicio y no pueden cambiar la línea editorial según quién esté en el Ejecutivo. Si para garantizar que los medios públicos sean de calidad debe tener periodistas de izquierda y derecha y que garanticen la calidad,.independientes de quien esté en el Gobierno.
Hoja de Vida
Nació en Madrid en 1978. Es líder del movimiento Podemos, de España, y diputado del Parlamento Europeo desde julio
Su punto de vista. Destaca los gobiernos de izquierda. Los medios públicos no pueden variar su línea según los gobiernos de turno.