Los padres exigen ver a sus hijos detenidos

Los padres de familia se arrodillaron en la calle Rocafuerte, afuera del CDP, para rezar y pedir la libertad de sus hijos. Foto: Vicente Costales /El Comercio

Los padres de familia se arrodillaron en la calle Rocafuerte, afuera del CDP, para rezar y pedir la libertad de sus hijos. Foto: Vicente Costales /El Comercio

Los padres de familia se arrodillaron en la calle Rocafuerte, afuera del CDP, para rezar y pedir la libertad de sus hijos. Foto: Vicente Costales /El Comercio

El exterior del Centro de Detención Provisional (CDP), en San Roque, se convirtió en un improvisado lugar de oración. Los familiares de los supuestos manifestantes que causaron desmanes, el jueves pasado, en las inmediaciones del Colegio Mejía se arrodillaron en la calle Rocafuerte para pedir por la libertad de sus hijos.

Ayer, 21 de septiembre, decenas de personas que tenían vínculos con los detenidos fueron a visitarlos. No han tenido contacto con los jóvenes desde el jueves.

En el CDP se encuentran detenidos 54 supuestos manifestantes del Colegio Mejía. Santiago Pazmiño, padre de familia y abogado que ingresó al lugar, mencionó que están ocupando el sitio que estaba asignado para las personas que afrontaban juicios de alimentos.

Él se reunió con los jóvenes y constató que todos tenían lesiones. Su hijo, Andrés, tenía un diente roto y golpes en la cara. Hubo chicos que aprovecharon esta visita para enviar cartas a sus familiares. En estas pedían mantener la calma.

Ronald, hijo de Nancy Sánchez, envió un mensaje corto diciéndole que se está cuidando y que la ama. Al leerlo, la mujer empezó a llorar.

Mery Portero, madre de Daniel, corroboró lo dicho por Pazmiño. Su hijo, estudiante de la jornada nocturna del Mejía, estaba lesionado. Según el testimonio, él habría sido sacado del establecimiento.

Grace Salazar, madre de Patrick, llevó prendas de vestir, alimentos y útiles de aseo. Sin embargo, hasta el mediodía de este domingo 21 de septiembre no logró ingresar. “Está en condiciones inhumanas”.

Por eso, se reunieron para orar y pedir por la libertad de los supuestos manifestantes.

Pazmiño informó que para hoy, 22 de septiembre, está prevista una audiencia de conciliación con las autoridades del Municipio de Quito.

Por su parte, el Ministerio del Interior hizo un balance de lo ocurrido durante la marcha del 17 de septiembre pasado en Quito. En esta, 70 mayores de edad fueron apresados para las investigaciones; a otros 57 los detuvieron al siguiente día. A este número se suman los 100 estudiantes que participaron del hecho, quienes serán sancionados con la expulsión de sus colegios.

Un grupo de 34 policías resultó herido en las manifestaciones. Por eso su recuperación se demorará más de un mes. “Tenemos 51 detenidos que ya recibieron prisión preventiva. También detuvimos a otros jóvenes en diferentes partes. Por ejemplo, en el sur del colegio Miguel de Santiago tuvimos 33 detenidos menores de edad y seis adultos”, manifestó el coronel Ramiro Mantilla, comandante policial de Quito.

El oficial precisó que se abrió una indagación por los hechos registrados en las marchas. Se tiene previsto también identificar a otros “agitadores” que participaron en la manifestación. “Tenemos videos del ECU 911 que servirán para judicializar a otras personas que no han sido detenidas y generaron los desmanes. En todos los colegios encontramos exestudiantes”.

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