En dos décadas, el pasaje se ha revisado 12 veces

Los buses de Translatinos son monitoreados con un software. Foto: Galo Paguay  /El Comercio

Los buses de Translatinos son monitoreados con un software. Foto: Galo Paguay /El Comercio

Los buses de Translatinos son monitoreados con un software. Foto: Galo Paguay /El Comercio

El compromiso de mejorar el servicio de transporte público ha sido la constante durante la revisión de tarifas. Desde 1995, cuando previo a los acuerdos, se recurría a la presión para ejercer resultados, los representantes del gremio han conseguido 12 revisiones de los pasajes, en 10 de estas lograron incrementos.

En ese entonces, las premisas que servían de referente para optimizar la calidad del servicio eran los principios que constan en la normativa de tránsito: universalidad, seguridad, disponibilidad, costos..., explicó Fredi Paredes, coordinador de la Maestría en Transporte de la Universidad Católica del Ecuador.

Las negociaciones para determinar el alza se daban a nivel de dirigentes del transporte y autoridades del Gobierno Nacional. Pero los compromisos de mejorar no se concretaron.

Actualmente, el transporte público masivo, donde se realiza el 70% de los viajes diarios (2,2 millones) es cuestionado. Handel Guayasamín, urbanista y presidente del Colegio de Arquitectos de Pichincha, consideró que los conductores de buses salen a una “especie de pesca de usuarios”. Esto implica que hagan las maniobras necesarias para captar a más pasajeros y tener más ingresos.

Esta realidad es sostenida por la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). Entre agosto y diciembre del 2014, 871 conductores fueron multados con USD 51 y 4,5 puntos menos a la licencia por detenerse en sitios no permitidos para dejar o cargar pasajeros.

A pesar de esta realidad, en agosto del 2014, una vez que Quito asume todas las competencias del tránsito, la discusión para analizar el costo de los pasajes se retoma, pero con un escenario nuevo. Para tratar el tema se plantearon mesas de diálogo entre transportistas, autoridades municipales y colectivos ciudadanos. Llegar a un acuerdo tomó cinco meses.

A la final, igual que en años anteriores, se fijaron compromisos para optimizar el servicio. Para esto se establecieron 32 índices de calidad. Entre estos se encuentran: trato al usuario, cumplir los horarios, evitar las competencias, acatar la normativa, respetar los límites de velocidad, reorganizar las rutas, entre otros.

En función del cumplimiento de estos requisitos, la Municipalidad entregará compensaciones económicas a las 62 operadoras que prestan el servicio. El monto podría ascender hasta USD 1 000, por mes. En promedio se destinarían 20 millones anuales para 2 385 propietarios de las unidades.

Los recursos servirían para que las operadoras optimicen el servicio y mantengan las tarifas en USD 0,25 la normal, 0,12 el medio pasaje y 0,10 para las personas con discapacidad.

Para Jorge Yánez, presidente de la Corporación de Movilidad Urbana de Quito y de la Operadora Translatinos, esta negociación ayudará a que los cambios se consoliden. Una de las acciones inmediatas será capacitar a los conductores y entregar una credencial para que preste el servicio. La meta, para mediados del 2017, será contar en la urbe con un sistema integrado de recaudo.

En la Operadora Translatinos, en El Beaterio, se puede apreciar parte de los cambios que se requieren para aplicar este sistema. Se cuenta con un software para monitorear a las unidades. Se puede mediante un clic ubicar la dirección, velocidad, número de pasajeros, tiempos de desplazamientos... Por esto, la empresa considera que serán potenciales beneficiarios de los USD 1 000 de compensación condicionada.

Para evitar subjetividades en el control de los índices de calidad, Paredes planteó que la tarea esté a cargo de una entidad particular. El monitoreo debe ser constante y con insumos técnicos (formularios, programas de computación) para que se generen cambios en el transporte.

Sin embargo, para que los acuerdos (mantener las tarifas y compensaciones) entren en vigencia se requiere la aprobación del Concejo. Para que el Cabildo entregue estos recursos económicos se deberán hacer ajustes al presupuesto. Los gastos analizados serán: viajes, consultorías y mobiliario. En el 2015, estos costos superarán los USD 20 millones. El monto total destinado para Movilidad bordea los 140 millones, mencionó Marco Ponce, presidente de la Comisión de Presupuesto del Municipio.

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