Carlos G. no pudo llevar el alimento a su familia. A diario, acostumbraba salir en su canoa a navegar por el río Babahoyo, en el cantón Durán (Guayas). Pero la tarde de este sábado 24 de enero su cuerpo fue hallado a orillas del caudal.
Este pescador artesanal, de 34 años, tenía discapacidad en unos de sus brazos. “Todos los días salía a pescar y siempre regresaba a salvo”, dijo Doris G., su hermana, mientras esperaba los resultados de la autopsia en los exteriores de la morgue de la Policía Nacional en Guayaquil, esta mañana. La Gobernación del Guayas donó la bóveda para su sepultura.
No es la primera vez que fallecen personas en el río Babahoyo. El septiembre de 2014, un estudiante de 17 años se ahogó cuando jugaba con un grupo de amigos de colegio. Ocurrió cerca a su casa, en la ciudadela Ferroviaria II, junto al malecón de Durán. Buzos de la Policía y de las Fuerzas Armadas localizaron el cuerpo del menor.