Un mes para poner a punto locales de zona rosa

En las paredes de Cherusker, incluso antes de ingresar a él, se encuentra información sobre el bar. En la entrada se enuncian sus políticas: no se admiten menores de edad.

Ya en el interior del local de la Joaquín Pinto E7-85 y Diego de Almagro, en La Mariscal, hay un rótulo que indica que hay una mesa preferencial para personas con discapacidad. También la señalética dirige hacia la puerta de emergencia y avisa cuál es el aforo.

El alemán Florian Stollowky es el dueño del lugar que ya cumple con los parámetros que de forma obligatoria deben implementar restaurantes, discotecas, cafeterías, bares y más locales en La Mariscal.

El 30 de abril, es decir en un mes, se terminará el plazo para aplicar las normas técnicas. Se trata de adecuaciones en la cocina, baños, seguridad, etc. Es parte de los planes de gestión para la Zona Especial Turística La Mariscal, según la resolución A012 de octubre del 2014.

El 24 de abril del 2012 se aprobó la Ordenanza 236, que crea instrumentos de regulación, control y promoción del desarrollo turístico. Las normas están vigentes desde el 7 de octubre del 2013. Se debían cumplir hasta octubre del 2014.

Con el cambio de Alcalde hubo ajustes y se amplió el plazo.
“Buscamos confort y seguridad cuando salimos a divertirnos”. Eso precisaron Evelin Trávez y Katerine Huerta, estudiantes de 20 años de la Facultad de Economía de la Universidad Central. El viernes pasado, ambas esperaban en la Plaza Foch a más amigos para decidirse por algún lugar.

Al grupo se unió Fabricio Maldonado, de 22 años; estudia Sistemas en la U. Salesiana. Él comentó que busca “bares baratos pero con ambiente”.

Evelin y Katerine reiteraron que les gusta ir a locales limpios y seguros, pues “en ocasiones, ya no encontramos los celulares y mochilas”.

En el Cherusker hay guardia de seguridad a partir de las 16:00. Además, en este bar de segunda categoría, de 202 m2, existen 10 cámaras. “En la ciudad falta mucho para potenciar el turismo en los sitios de diversión”, sentenció Marian Rojas y Francisco Morales, médicos de 25 y 29 años, que frecuentan La Mariscal cada dos semanas. No les gusta ir a sitios muy pequeños, en donde sería complicado salir en caso de emergencia.

Con la vigencia de parámetros mínimos en los establecimientos se busca que los turistas tengan una buena experiencia en esta zona. Lo asegura Patricio Velásquez, director de calidad y asistencia técnica de Quito Turismo.

“Disponemos de un menú para nuestros queridos clientes extranjeros”, se lee en inglés en uno de los letreros de Cherusker. Pronto tendrán un menú escrito en Braille, para las personas que tienen discapacidad visual. La normativa recomienda ofrecer facilidades para personas en silla de ruedas: rampas, ascensores, baños accesibles y amplios.

“Las adecuaciones son necesarias para que el lugar sea incluyente”, afirmó Xavier Torres, vicepresidente del Conadis. Él apunta que los negocios de La Mariscal recibirían más clientela. Cree que a veces no se dimensiona el potencial de ofrecer servicios accesibles.

Varias normas son tomadas de la Ley de Discapacidades y Defensa del Consumidor. Cubren aspectos básicos: que la cocina disponga de un sistema de extracción de olores o que los baños cuenten con lavamanos, inodoro con asiento y tapa y urinario, y agua; que exista un mesero por cada cinco mesas, que alguien hable otro idioma.

Entre diciembre del 2014 y marzo de este año se han desarrollado 43 talleres sobre las normas, con 364 asistentes.

La Mariscal
El 30 de abril es el plazo para mejorar servicios y atención en esta zona especial turística

Suplementos digitales