A nueve días de que se cumpla el primer año de operaciones del nuevo Aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, varios son los cambios que se registran entre los habitantes de las parroquias ubicadas en la zona de influencia.
En Puembo, Pifo, Checa y Tababela, el mayor cambio experimentado por los habitantes es el incremento de tiempo al desplazarse a Quito. Patricio Carrera, presidente de la Junta Parroquial de Puembo, menciona que los horarios para dormir y despertar no son los mismos de hace un año. Antes les tomaba una hora llegar a la capital, ahora lo hacen en dos.
Otro cambio está en el costo de los predios. En Puembo, Tababela y Checa hay predios cuyo metro cuadrado ascienden a USD 100, cuando antes no superaban la mitad.
En el caso de Checa, los valores de los terrenos se triplicaron. Antes, el metro cuadrado se ofertaba en USD 25 y, ahora, se oferta entre 50, 75 y 100. Sonia Sánchez, secretaria tesorera de la Junta Parroquial, comenta que estos precios son ajenos a la realidad de esta población. Algunos sectores donde se ofertan los predios ni siquiera cuentan con servicios básicos.
Carlos Corella, corredor de bienes raíces en Puembo, Pifo, Tababela, Yaruquí y Tumbaco, comentó que si bien la demanda de propiedades ha aumentado desde que se trasladó el aeropuerto hacia esa zona, no se han concretado las ventas.
A su criterio la especulación en el precio de los terrenos es el principal impedimento. En promedio, en Tababela cerca de la vía principal el metro cuadrado está entre USD 80 y 100. Antes, se encontraban entre USD 10 y 25. En este año, el han vendido solo dos propiedades.
Otra arista de cambio se muestra en la oferta de hospedaje. Por ejemplo, en la parroquia Puembo, existen dos hosterías con alta afluencia de huéspedes. Una de ellas es el Garden Hotel San José. Irma Pineda, gerenta de Ventas, comenta que desde la apertura del nuevo aeropuerto se aumentó el número de huéspedes en un 60%. La mayoría son turistas extranjeros. Debido a este incremento se amplió la recepción y el número de habitaciones: de 34 a 77.
Patricio Carrera, de la Junta Parroquial de Puembo, cuenta que este incremento de turistas también mejoró el mercado laboral. En el Hotel San José, por ejemplo, desde el 2013 se contrataron a 10 personas más, todas de la parroquia. También una cantidad no especificada de habitantes ahora laboran en el aeropuerto.
En Tababela, el cambio visible es la aparición se negocios de alimentos y servicios. Entre estos últimos destacan los estacionamientos. Humberto Baquero, presidente de la parroquia, señala que hay cinco y operan 24 horas al día.
En la Junta Parroquial de Pifo se destaca la presencia de nuevos habitantes. César Aguaiza, dueño de una peluquería, da cuenta de personas recién llegadas. Ellos forman parte de sus nuevos clientes. En su mayoría son mujeres que trabajan en el aeropuerto. En la vitrina de su local, a la semana, colocan un promedio de 10 anuncios de alquiler de departamentos. De este total, calcula que se arriendan siete, pues solo tres se mantienen.
La presencia de nuevos habitantes impulsa el comercio. Esto es visible en la calle Rafael Bustamante. Allí llama la atención la presencia de cadenas comerciales que existen en Quito y hasta una oficina de encomiendas de una línea aérea.
En Guayllabamba, lo que más realzan sus habitantes es la ampliación de dos a cuatro carriles de la Panamericana Norte. Víctor Flores, vocal de la Junta Parroquial, dice que la obra mejoró la movilidad. Sin embargo, hasta que no esté lista la vía Collas-Aeropuerto, cree que no se puede dar un balance preciso de los cambios.
[[OBJECT]]