La mandataria Dilma Rousseff y el opositor Aécio Neves (d), participaron en un penúltimo debate hoy 19 de octubre, antes de las elecciones del domingo. Foto: EFE
La presidenta y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, y el candidato de oposición, Aécio Neves, bajaron hoy, 19 de octubre, el tono de las agresiones mutuas en el penúltimo debate previo a los comicios del domingo, que definirán el gobierno de Brasil entre 2015 y 2018.
Pese a que insistieron en las acusaciones mutuas, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) y su rival del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) se abstuvieron de ataques personales y dedicaron parte del programa transmitido por TV Record a presentar algunas de sus propuestas para seguridad pública, economía y salud, entre otras.
Rousseff destacó que un informe reciente de las Naciones Unidas excluyó a Brasil de la lista de países en situación de inseguridad alimentaria -el llamado “Mapa del Hambre“-, y aseveró que su gobierno generó 5,6 millones de empleos, además de ampliar el programa Beca Familia, que concede ayuda financiera oficial a más de 50 millones de personas. “Tenemos una de las más bajas tasas de desempleo de la historia, del cinco por ciento. Nadie puede quitarnos esto”, dijo la mandataria.
Además, destacó que, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), del PSDB, los programas de transferencia de renta representaron gastos por 4 200 millones de reales (unos 1 750 millones de dólares), un monto que representa “dos meses de mi Beca Familia”.
“No es ‘su’ Beca Familia, candidata, es de los brasileños que lo necesitan”, respondió Neves, quien afirmó que propone convertir ese proyecto en política de Estado.
Además, el senador opositor sostuvo que la reducción de la pobreza se inició con el control de la inflación logrado por el Plan Real elaborado por Cardoso, ya que “se inició con el control de la inflación” y con los programas de transferencia de renta como el Bolsa Escuela, que benefició a 5,1 millones de familias.
Neves sostuvo que las conquistas sociales están amenazadas por la inflación en aumento, que podría superar al 6,5 por ciento anual, el techo de la meta fijada por el gobierno, de 4,5 por ciento, con tolerancia de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.
La presidenta brasileña, sin embargo, aseguró que la inflación “está totalmente bajo control”, y acusó a su adversario de planear dictar políticas recesivas para bajar la tasa inflacionaria al tres por ciento anual, lo que “supondrá triplicar la tasa de desempleo”.
Una vez más, el candidato del PSDB embistió contra las denuncias de desviación de dinero en la petrolera estatal Petrobras, denunciada a la Justicia por un ex director de la empresa y admitida este sábado por la propia Rousseff, quien prometió hacer todo por recuperar para el Tesoro los recursos desviados.
Rousseff, por su parte, insistió en acusar a Neves de desviar más de 3 000 millones de dólares del presupuesto de salud cuando fue gobernador de Minas Gerais (entre 2003 y 2010), lo que fue negado por el candidato. Pese a las acusaciones mutuas, el tono utilizado hoy fue menos agresivo que el registrado en los dos debates anteriores, realizados el martes y jueves pasados, en un aparentemente cambio de estrategia por parte de los dos candidatos a una semana de la elección decisiva.
Según sondeos del Instituto Datafolha y del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE) divulgados el jueves pasado, los duros ataques de los dos primeros programas no beneficiaron a ninguno de los dos candidatos, que siguen técnicamente empatados.
Ambas encuestadoras afirman que Neves tiene actualmente un 45 por ciento de las preferencias, frente al 43 por ciento de Rousseff. Si se excluye a los indecisos y a los que no apoyan a ninguno de los dos candidatos, Neves recibiría hoy el 51 por ciento de los votos válidos, frente al 49 por ciento de Rousseff, lo que supone un empate técnico ante el margen de error de dos puntos porcentuales, hacia arriba o hacia abajo.
Una nueva encuesta es esperada para mañana lunes, y el viernes los dos candidatos volverán a librar un duelo -el último antes de los comicios-, en un debate organizado por la poderosa TV Globo.