Tres sacerdotes y un profesor de religión fueron arrestados hoy, 24 de noviembre, en España en el caso de presuntos abusos sexuales a un menor que sacude a la Iglesia católica del país y en el que intervino el propio papa Francisco apartando de su ministerio a varios religiosos supuestamente implicados.
Las detenciones fueron ordenadas por el juez de Granada (sur) que investiga los presuntos abusos sexuales que habría sufrido un joven de hoy 24 años cuando era menor de edad a manos de un grupo de religiosos que según medios españoles actuaba casi como una secta.
Los curas y el profesor de religión detenidos fueron trasladados a dependencias policiales, donde se encuentran incomunicados y estarán un máximo de 72 horas antes de comparecer ante el juez.
Los religiosos pertenecen al llamado clan de Los Romanones, que recibe el nombre por el jefe del grupo, un sacerdote de nombre Román y el cual está entre los arrestados, según fuentes judiciales.
Captaban a monaguillos para supuestamente infundirles vocación religiosa y los sometían a abusos sexuales en orgías grupales. El clan contaba con una veintena de casas y apartamentos en la provincia de Granada. “Las prácticas más frecuentes iban desde masajes a masturbaciones y besos en la boca”, escribió el joven que denunció el caso en la carta que escribió al papa Francisco y la cual supuso el primer paso hacia la investigación que hay hoy en marcha.
El diario “El País” publica hoy extractos de la misiva, en la que la presunta víctima, que fue monaguillo en una parroquia de la provincia de Granada, cree que no fue el único en sufrir abusos. Tras leer la carta, el papa Francisco telefoneó al joven en dos ocasiones para pedirle perdón en nombre de la Iglesia y para obtener más información.
Después ordenó al arzobispado de Granada apartar del ministerio a los sacerdotes acusados. La reacción de Jorge Bergoglio fue la que llevó al joven a acudir a la fiscalía y denunciar los hechos. Bajo secreto de sumario, la Justicia investiga a 12 personas, entre religiosos y seglares. “La máxima jerarquía de la Iglesia, el papa, ha sido quien precisamente ha sido más beligerante para que este caso saliera a la luz”, dijo hoy el ministro español del Interior,
Jorge Fernández Díaz, que confirmó los cuatro arrestos pero no quiso dar más detalles por el secreto de sumario que rige en la investigación.
La Conferencia Episcopal Española (CEE) pidió perdón la semana pasada a las posibles víctimas. “Nos duele y nos produce vergüenza si esta denuncia se confirma”, dijo su portavoz. “Las víctimas son lo primero. Tolerancia cero”.
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, cuestionado por la inacción en este caso hasta que Jorge Bergoglio se implicó, pidió perdón el domingo postrándose ante el altar mayor de la catedral de la ciudad española.