Reducir la presencia del mosquito aedes aegypti ayuda a la prevención ante el virus para la enfermedad del chikunguña. Foto: AFP
Santo Domingo de los Tsáchilas se encuentra entre las provincias que registran una disminución de casos de dengue con signos de alarma. Durante los últimos tres años esta región pasó de tener cerca de 2 348 casos de dengue sin signos de alarma en el 2012 a 250 en lo que va del 2014.
En el 2012 la provincia constó dentro de las zonas atacadas por la epidemia del dengue, enfermedad que cobró la vida de tres personas en la localidad.
A raíz de estos fallecimientos se emprendió una campaña para erradicar los criaderos del mosquito aedes aegypti en la zona urbana y rural.
El proyecto impulsado por el Ministerio de Salud Pública (MSP), con el apoyo de varias entidades y de la comunidad, difundió los consejos para la eliminación de criaderos de mosquito y también se distribuyó el biolarvicida en los sectores donde se registró mayor cantidad de casos de dengue.
Para María Serrano, moradora de la cooperativa Plan de Vivienda, las medidas que tomaron las autoridades para frenar la proliferación de mosquitos transmisores de la enfermedad fue vital para el sector. “Como en el barrio no había agua potable la gente tenía que tener baldes con el líquido afuera de las casas. Allí se reproducía el mosquito y la gente se enfermaba. Desde que nos dieron el remedio (biolarvicida) para ponerle al agua, esto ya no pasa”, asegura la moradora.
Según la epidemióloga del distrito 23D02, Ángela Díaz, la disminución de la presencia del mosquito aedes aegypti también representa una prevención ante el virus para la enfermedad del chikunguña.
“El insecto transmisor del dengue y la chikunguña es el mismo, por ende si eliminamos los criaderos de este insecto estamos evitando que las dos enfermedades se propaguen dentro de la zona”, añadió la especialista.
El Ministerio de Salud recomienda como medidas de prevención desechar los objetos que estén al aire libre y que puedan acumular agua, cubrir los depósitos de agua, cambiar diariamente el líquido de los floreros y bebederos de animales, llenar con tierra o arena los charcos y protegerse de las picaduras con repelente y mosquiteros.