Se lleva las manos al rostro cuando recuerda el asalto del que fue víctima hace dos semanas. Maritza R. fue amedrentada por dos desconocidos cuando salía de una cooperativa de ahorro en la av. De la Prensa, en el norte de Quito.
El 4 de enero pasado, la mujer, de 62 años, retiró USD 2 500 para invertirlos en la remodelación de un restaurante que funciona en Carcelén, en el norte.
Ella recuerda que un taxi, sin registros municipales y sin placas frenó a dos cuadras de la institución financiera. “Se bajaron dos tipos y me apuntaron con un arma. Me quitaron mi cartera”.
La cifra de robos a personas en el 2010 se incrementó con respecto del 2009 a escala nacional. Así lo demuestran los datos de la Policía Judicial. En el 2009 se denunciaron 14 221 casos de robo a personas, mientras que el año pasado la cifra fue de 15 982.
Esto ocurre pese a que un informe de la Unidad de Ejecución Especializada (UEE) del Ministerio del Interior señala que se han invertido en 22 tipos de equipos por USD 40 446 541. Según esa información, se han adquirido cascos antibalas, esposas de seguridad, chalecos antibalas, etc.
En la Policía Judicial (PJ), el caso de Maritza R. está considerado como robo agravado. Según los agentes, los desconocidos actúan cuando las víctimas están solas y en lugares apartados. Señalan, además, que ahora se registran más delitos a bordo de vehículos y también cuando la víctima se encuentra en su automóvil.
El martes, por ejemplo, en Carcelén un hombre fue asesinado con seis tiros mientras conducía su vehículo. Un testigo, que en ese momento iba en su vehículo, señaló que dos personas que circulaban en una moto blanca interceptaron el carro de la víctima y le dispararon. Al mirar esa escena, él aceleró el carro por temor a ser agredido por los hombres.
El 15 de enero pasado, el ex canciller Fander Falconi fue víctima de secuestro exprés. A las 20:15 mientras en su auto esperaba a un familiar en La Floresta (oriente de Quito), dos hombres se acercaron y le apuntaron con un arma.
Maritza R. cuenta que hasta ahora siente temor de salir sola a la calle. “El miedo no me deja dormir, tengo hasta pesadillas”.
Una vecina de Maritza R., Sonia Tejada, quien vive en Carcelén desde hace 18 años, comentó que ese sector se ha vuelto inseguro. “La venta de droga es común. Los expendedores abordan especialmente a los estudiantes”.
Un informe del Observatorio de Seguridad Ciudadana señala que en la Administración La Delicia, a la que pertenece Carcelén, una de las causas para la inseguridad es la venta de licor y de droga.
A esto se suma la falta de policías, para el resguardo, según el informe. Los vecinos denuncian que en la calle Alejandro Ponce Borja, vía principal de Carcelén, se han cometido robos a personas. Mario Tipán ha sido asaltado en dos ocasiones. La primera fue en el 2008. Allí le amenazaron verbalmente y le robaron USD 10. Pero en octubre del 2010 dos personas lo arrinconaron en la calle Francisco Chávez. Los desconocidos lo intimidaron con un cuchillo. “Me robaron un celular y USD 30. Pero el temor a salir solo no ha pasado hasta ahora”.