Redacción Sociedad
Mmmmm. Mmmmm. Los 30 alumnos de segundo de básica ‘A’ hacen el sonido de la M y ubican la letra en la pizarra digital, también el ma, me, mi, mo, mu. “Presiona dos veces, ¡fuerte!”, indica la maestra Anita Taco.
Kerly Grijalba, de 6 años, es una de las 1 080 estudiantes de la Unidad Educativa Bicentenario, una de las seis de este tipo, en funcionamiento en el país.
Recibe clases en dos pizarrones, uno de tiza líquida, y el que parece una computadora con pantalla táctil y parlantes a los lados.
Los centros en el país
Cinco unidades más funcionan en el país. Cacique Tumbalá, en Cotopaxi; Alfredo Vera V., en Guayas; Juan José Castelló, en Santa Elena; Jatun Kuraka, en Imbabura; y Consuelo Benavides, en Esmeraldas. En construcción hay 11 escuelas del milenio.
La Bicentenario dispone de 54 aulas, seis laboratorios de informática, ciencias e idiomas y biblioteca digital. El alcalde de Quito, Augusto Barrera, adelantó que la Unidad Bicentenario será el corazón pedagógico del sur.
En el primero, la maestra, que ingresó al plantel tras ganar un concurso de méritos y oposición, les enseña a escribir sobre las líneas. Y la tecnología les permite acceder a una educación más activa. “Al inicio, esto se les hacía novedoso. Vamos Mateo ponga su nombre”. El niño con el dedo índice lo escribe sobre la pantalla.
Usan el programa de Quito Educanet, a través del cual se capacitó a los maestros de la institución, ubicada en el barrio Franco Méndez, calle Beaterio, de la parroquia de Turubamba, en el extremo suroriental. Wilson Andrade abrió una papelería y además vende helados, en la esquina, desde noviembre. “Desde hace una semana, los vecinos sabíamos que llegaba el presidente Correa. Por eso hicieron mingas”.
“Esta aula es bonita. La computadora tiene juegos de letras, canciones y puedes escribir y dibujar con el dedo”, cuenta Kerly. Y corre alborotada porque “quiero verle al ‘presi’ Rafael Correa”. El Presidente acudió a la inauguración del centro, en donde se invirtieron USD 3 500 000, del Ministerio de Educación, y USD 2 005 479, del Municipio.
Correa aseguró: “Sabemos que estamos sembrando, les entregamos lo mejor que tenemos… Les pidió formarse para transformar el país, no para ocupar un puesto. Antes de qué competencia se podría dar entre la hija de una campesina de Guamote, de una escuela unidocente, y el hijo de una familia acomodada de Quito, que en buena hora puede ir a una que cuesta USD 800 ó 1 000 para aprender tres idiomas…”.
En su discurso también pidió permiso para hablar de la iniciativa Yasuní-ITT. Hizo una comparación. “USD 6 000 millones es lo que tenemos de utilidad neta en la reserva ITT, significaría construir 1 500 de estos colegios. El dilema no es entre quienes están con la vida o la muerte, quien quiere explotar el petróleo quizá tiene la mejor intención de crear más escuelas como estas”.
Carmela Duchi le dio la mano agradecida al ministro de Educación, Raúl Vallejo. La segunda de sus tres hijas, Alejandra Orozco, cursa el segundo de básica. La mayor está en el colegio Idrobo.
“Necesitábamos una unidad moderna en el sur, que siempre fue olvidada. Esto era de tierra y lodo y nada más, no pensamos en algo de esta categoría aquí”.
El alcalde Augusto Barrera ratificó que es un proyecto compartido. El Ministerio paga el sueldo de 60 maestros, seleccionados por concurso por el Municipio.
Mayra Caiza recordó que lloró de alegría al obtener un cupo para octavo de básica. Estudió en la Escuela Fiscal Humberto Mata Martínez. Paúl Benavides dice que se debe a las buenas notas en primaria. Y claro, los padres tuvieron que madrugar y hacer una larga fila. “En unos años tiene que ser el mejor lugar para estudiar del país”, dicen. El centro funciona desde noviembre 2008.