El venezolano pasea y compra en Manta

El avión de Avior aterrizó el 19 de febrero con cerca de 140 pasajeros venezolanos. Foto: Patricio Ramos / EL COMERCIO.

El avión de Avior aterrizó el 19 de febrero con cerca de 140 pasajeros venezolanos. Foto: Patricio Ramos / EL COMERCIO.

El avión de Avior aterrizó el 19 de febrero con cerca de 140 pasajeros venezolanos. Foto: Patricio Ramos / EL COMERCIO.

Los venezolanos se convirtieron en visitantes frecuentes de Manta. Llegan tres veces por semana. Los viajes comenzaron hace seis meses por el aeropuerto Eloy Alfaro.

Familias enteras de entre tres y cinco personas arriban martes, jueves y sábados en los vuelos que salen desde la ciudad de Barcelona, en Venezuela.

Los aviones Boeing, de la compañía venezolana Avior Airlines, iniciaron la ruta en septiembre de 2014. El 19 de febrero último llegaron Orlando Chillanda y Jesús Lú en un grupo familiar de cinco personas.

Estos jóvenes fueron los primeros en pasar los controles migratorios. El trámite dura entre 40 y 50 minutos. “Nos han contado que Manta y Manabí tienen muchos atractivos turísticos, hubo oportunidad y aprovechamos para salir y vacacionar un poco acá”, manifiesta Chillanda.

En cada vuelo arriban 140 pasajeros y la mayoría carga pocas pertenencias.

No son vuelos chárteres sino regulares, con tres frecuencias, indica uno de los pilotos de Avior, Mario Campodónico. “Antes aterrizábamos en Guayaquil, pero esa terminal aérea tiene mucho movimiento y nos tocaba esperar un buen tiempo, en Manta es más rápido”.

Según Campodónico, los pasajeros son de varios estados de Venezuela. “Hacen conexiones desde Margarita, Puerto Ordaz y otras ciudades hacia Barcelona, desde ahí despegamos, tenemos tres vuelos por semana en una frecuencia fija y continuaremos; entre los pasajeros también hay ecuatorianos”.

En el aeropuerto, los taxistas y trabajadores de hoteles están pendientes de ellos. “Cuando nadie los viene a recoger, nosotros les ayudamos”, comenta el taxista Édgar Barcia.

Piden información de hoteles, sitios de visita, lugares para comer, centros comerciales y farmacias, cuenta Barcia.

Los visitantes caminan por la zona del malecón, centros comerciales, farmacias y locales de venta de alimentos. Son muy reservados. A Supermaxi, de Manicentro (suroeste de Manta) llegan frecuentemente. Entre ellos hablan mucho, pero no conversan con periodistas.

En Supermaxi, toman fotos de los productos y envían por Internet, esperan respuestas a través de las redes sociales y luego deciden qué comprarán.

Henry Acosta, quien se hospedó en el Hotel Lun Fun -uno de los de mayor prestigio de Manta- dice que le gusta la ciudad. Arribó con su esposa, una hija y suegra. “Hemos paseado por las playas de Manta, la comida es deliciosa creo que ganamos algunos kilos en estos siete días de estadía en Ecuador”. De regreso a su país llevó productos de aseo personal, que adquirió en farmacias y supermercados de Manta.

La mayoría de viajeros lleva esos productos, pero cuando se les pregunta dicen que se trata de objetos personales. Según el taxista Barcia, quien siempre los traslada, cargan leche, pañales, medicinas, toallas sanitarias, champú y jabones.

Su viaje a Ecuador se financia con el cupo de dólares que les da su país. Alberto Loor, de padres manabitas, pero nacido en Venezuela, cuenta cómo lo hacen. “Mis paisanos pueden acceder a un cupo en dólares siempre que sean destinados para viajar, algunos pueden recibir entre 2 000 y 3 000 por persona, les entregan en tarjeta de crédito, no en efectivo. Eso incluye boletos aéreos, desplazamientos internos en Ecuador”. Muchos viajan a Quito, Guayaquil y Galápagos”.

Para la presidenta de la Cámara de Turismo de Manta, Celia Higuera, el venezolano se ha convertido en un turista importante. “Vienen en promedio entre 130 y 140 por vuelo y se regresa el mismo número. Se calcula que un aproximado de 10 000 turistas han visitado la ciudad en seis meses”.

La directora de Turismo de Manabí, Scheznarda Fernández, indica que también ha habido un repunte de visitantes colombianos y argentinos.

En contexto

La aeronave de Avior aterriza a las 13:00 de los martes, jueves y sábados y retorna esos mismos días, máximo a las 14:00. En cada viaje de ida y vuelta lleva una cantidad igual de pasajeros: 140 personas en promedio. El avión tiene capacidad para 144 viajeros en total.

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