Las mujeres estamos en desventaja frente a los hombres en múltiples aspectos de la vida, en el acceso a salud, educación, trabajo y participación política. Pero esa inequidad se ahondó con la pandemia. Ahora, para alcanzar la igualdad de género se deberá esperar una generación más. El cierre de la brecha de género mundial tardará 135,6 años, según datos al 2020, y ya no 99,5 como se preveía un año antes, según el Índice Global de Brechas de Género del Foro Económico Mundial.
Las cifras son pertinentes cuando estas semanas se ha debatido sobre los estereotipos y roles de las mujeres.
El retroceso en las brechas de género, según el Foro Económico Mundial, se debe a que, con mayor frecuencia, las mujeres ocupan empleos en los sectores más afectados por los cierres de la economía y un aumento de la carga de tareas en el hogar, especialmente por aspectos culturales que atribuyen estas actividades a las jefas de hogar. Si bien las brechas se han reducido en el acceso a salud y participación política, la desigualdad en el acceso a oportunidades económicas se amplió. Esta brecha económica tardará 267 años en cerrarse; antes se estimaban 257 años.
Ecuador de hecho escaló posiciones en el ránking general al ocupar el puesto 42 en el 2020 frente al lugar 48 del año previo. Ecuador mejoró en participación política de la mujer y pasó del puesto 56 al 40 en el ránking. En el área donde hubo retrocesos fue en la participación económica de la mujer, donde cayó del puesto 76 al 89 debido a que las mujeres reciben un salario inferior respecto de los hombres, tienen menos oportunidades para conseguir un trabajo o de dirigir un negocio.
La Ley de Economía Violeta que el Gobierno anterior envió a la Asamblea Nacional en marzo pasado planteaba políticas e incentivos para reducir esas brechas, sin embargo, aún no tiene informe para primer debate pese a que ya han pasado casi seis meses.
El proyecto propone, entre otros aspectos, que la licencia de maternidad y lactancia sea compartida entre madre y padre. Otro aspecto de la iniciativa es la paridad de género en la conformación de directorios de las empresas. La propuesta también tiene incentivos tributarios para las firmas que contraten a más mujeres. Aquellas organizaciones que contraten personal femenino podrán deducir hasta un 150% adicional sus impuestos por hasta tres años.
Es clave que la Asamblea acelere el debate de este tipo de normativas que buscan reducir las inequidades económicas entre hombres y mujeres en una sociedad donde persisten estereotipos en contra de las mujeres.
Según el Índice de Paz y Seguridad de las Mujeres de 2019 del Instituto de Georgetown, en el Ecuador aún siete de cada 100 hombres ve inaceptable que una mujer trabaje.
Ese estudio, que abarca a 165 economías, también evidencia que el país debe trabajar en otros aspectos para alcanzar la equidad como es el acceso al sistema financiero. Según ese mismo informe, en el país solo 43 de cada 100 mujeres accede a una cuenta bancaria, un préstamo o una tarjeta de crédito.