Estas son las razones que convierten a Barcelona en merecedor de jugar la final, aunque como todos sabemos el fútbol es más que merecimientos.
1. Siempre estuvo peleando
Desde la quinta fecha de la segunda fase, Barcelona ha estado en primer o segundo lugar. Es más, acumula 10 fechas como líder, más que otro equipo (Independiente solo ha estado primero durante siete fechas).
2. Supo salir del bajón
El equipo de Rubén Israel atravesó un duro momento desde la 13ª fecha, cuando comenzaron algunos problemas como la inoportuna lesión de Cristian Penilla, las dos derrotas con Independiente del Valle, las expulsiones de sus arqueros y los penales fallados en Rumiñahui, Machala y Quito. Pero el equipo recuperó terreno, no cayó nunca del segundo lugar y recuperó la punta. ¡Cambió el ‘chip’ a tiempo!
3. Su arco tiene menos goles
Barcelona llega a la fecha final de la segunda fase como el equipo con menos goles recibidos, tanto en estos últimos 21 cotejos como en la suma de las dos etapas. Esto, a pesar de que la defensa ha sido permanentemente cuestionada por mostrarse endeble. Bueno, al final ha sido la mejor del Campeonato.
4. Tiene a Blanco, un portento de artillero
Ismael Blanco es el máximo anotador de la segunda fase luego de Armando Wila (U. Católica). Su poder de gol y su carisma lo han convertido en un enorme referente, no solo de BSC, sino del Campeonato. Ninguno, con la excepción de Miller Bolaños (Emelec), brilla tanto.
5. Un lujo de final
Que un Clásico del Astillero (dos, mejor dicho) defina el título nacional es un auténtico lujo. Nunca ha sucedido y sería interesante presenciar este duelo que marcará para siempre la larga rivalidad de estos clubes. Además, sería un síntoma inequívoco de que Guayaquil ha recuperado la hegemonía luego del largo dominio de LDUQ y D. Quito en la década pasada.