Después de perder 1-0 con Brasil en Estados Unidos, es necesario realizar las siguientes reflexiones sobre la Tricolor:
1. Ecuador, el equipo promedio
La Tricolor no está para ganar la Copa América pero tampoco está para acabar en el sótano. Los jugadores tienen el suficiente talento para dar pelea, pero no más. Cuando el nivel del rival es algo superior, hay que vencerlo con aplicación, actitud y un buen entrenador. Ecuador no exhibe todo al mismo tiempo. ¿Podrá hacerlo más adelante? Quizás.
2. Antonio Valencia no está sobrando
Bolivia fue un capullo pero Brasil fue un muro. Quedó claro que Ecuador necesita de su mejor jugador. Después de todo, fue justamente el bajo nivel de Antonio Valencia la causa número dos del mal Mundial de Ecuador (la primera fue Rueda, por supuesto). Jubilarlo para poner a Renato Ibarra suena apresurado y hasta cómico. Lo que le ha faltado a Valencia es jugar más por el centro, para salir del esquema de desbordar por la derecha y centrar.
3. Falta ataque
Enner Valencia no puede él solito solucionar la falta de gol de Ecuador. Bolivia dejó espacios pero Brasil fue un durísimo camino de espinas y obstáculos. A Bolivia se la bombardeó. A Brasil apenas se le lanzó tres tiros (uno en el poste). Enner necesita más trabajo de los volantes para anotar. Otra vez, hay que aprender a jugar por la mitad.
4. Cuesta defender
En la jugada del gol de Brasil, los defensores fueron sorprendidos por una jugada de pizarrón. Miraron a Neymar sin vigilar a Wilian. Fue notable que los zagueros la pasaron mal en todo el partido, así como los volantes de marca. Una cosa fue Bolivia, cuya pobreza de recursos es desconsoladora, y otra Brasil, que apenas cometió errores a pesar de su feo estilo.
5. El entrenador que necesitamos
Ya hay voces que poden una nueva oportunidad para Sixto Vizuete. La pregunta clave es: ¿el ecuatoriano es realmente el entrenador que se necesita para subir el nivel de la Tricolor? Porque de eso se trata, de crecer. Tal como está el equipo, si no se crece no habrá Mundial de Rusia para Ecuador. Se dará pelea, se “dejará todo en la cancha”, pero tocará verlo por TV.