Sigo escuchando -con mucho respeto- a los analistas políticos y expertos en macroeconomía, que la ya famosa billetera virtual o dinero electrónico sería el primer paso para la desdolarización, una especie de caja de conversión, a través de una emisión inorgánica de dólares. No soy economista, pero el sentido común me dice que una emisión de dólares electrónicos por parte del Ecuador, sin el respaldo del billete físico sería un dinero falsificado; una grave acción como quien imprime billetes falsos. No es intención del Gobierno, ni nuestro país podría cometer semejante delito planetario, ni el dueño de la moneda (EE.UU.) lo permitiría. La billetera electrónica no puede ser más que una excelente forma de pago a través de los celulares. Además, intentar salir de la dolarización sería el suicidio del Gobierno, porque el dólar tiene el 99,9% de popularidad.