Me causó estupor, vergüenza e indignación, mirar en la portada del Diario EL COMERCIO del día 19-7-2014, cómo iba cargando un joven a una chica en hombros, en completo estado de embriaguez, sin un ápice de dignidad y vergüenza, pues ya llegó al límite de la moral y la decencia, se han perdido los valores, que nuestros padres y abuelos nos enseñaron, dejando un vacío difícil de emularlo, pues se mira con nostalgia y tristeza que nuestra juventud va por senderos equivocados y sin un guía que los pueda dirigir, pues ahora los padres han perdido su autoridad para poderlos castigar o dialogar con sus hijos, el camino a seguir, esperemos que todos nosotros nos miremos a un espejo, quién o quiénes estamos fallando, y cuáles son las actitudes que debemos afrontar a este terrible mal de nuestra actual sociedad. Las autoridades policiales también están en la obligación de velar por la seguridad de nuestros jóvenes.