¡Basta!, por favor, es hora de reglamentar el uso del taxi. Es desesperante que, cuando uno, desprevenidamente, cree que por fin llega uno de estos autos desocupado; en el 80 por ciento de los casos hay que enfrentar la negativa o la condición de acuerdo al destino o/y a la provisión de “sueltitos”. Hace 37 años, a mis 22, tuve la oportunidad de trabajar de taxista en Miami, desde ese remoto entonces, era reglamentario y obligatorio que el taxi desocupado que no podía detenerse, despliegue la bandera de “ocupado” so pena de multa.