La flexibilidad es la característica más importante para la práctica de la escalada deportiva. Esta actividad desarrolla todos los músculos del cuerpo. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Estalin Olivo practica escalada porque encontró una verdadera pasión en los deportes extremos. Cuando él empezó en esta disciplina buscaba invertir su tiempo con un ejercicio, pero después de más de un año de trepar los muros, se dio cuenta que además le permitía ser mejor persona, y mantener su espíritu como un ganador.
Desde temprana edad ha escuchado de boca de sus padres la idea de mantenerse activo en algo que valga la pena. “Ellos me inculcaron desde pequeño la idea de buscar un deporte para alejarme de las cosas dañinas y emplear su cabeza en mantenerse en desarrollo”, comenta el deportista que cumplirá 17 años este mes.
Olivo nació en Riobamba, pero vino junto con su familia a habitar en Quito desde hace 16 años. Este tiempo en la capital le permitió vestir los colores rojo y dorado de la Selección de Escalada de Pichincha.
El joven deportista destaca por su velocidad. Los integrantes de las categorías infantiles, que se entrenan a la misma hora que él, lo ven y piensan que es una araña humana.
La escalada deportiva es una actividad que consiste en realizar un ascenso vertical sobre paredes gracias a la fuerza física y mental de los deportistas.
Las modalidades de este deporte permiten desarrollar todos los músculos del cuerpo. Velocidad, dificultad y bloque son las variantes que practican los escaladores que representan a Pichincha.
Ellos saben que desarrollar sus tríceps, hombros y cuádriceps es necesario para mejorar su resistencia y explosividad. Pero las ganas, la actitud para aprender y la decisión de hacer lo que dicen los entrenadores, son las características indispensables de un escalador.
Las lluvias no son excusa para estos deportistas que buscan representar a la provincia en competencias nacionales y después dar el salto a los torneos panamericanos.
Todos se reúnen a un entrenamiento diario en el muro de escalada de la Vicentina, ubicada en el centro de Quito, frente al Coliseo Rumiñahui. Este muro es específico para la práctica deportiva, tiene una visera de tres metros que no permite que se moje, por lo que tendrá una larga vida útil.
El calentamiento para cualquier deporte es importante y la escalada no es la excepción. Los escaladores deben tomarse cerca de 15 a 20 minutos en hacer estiramiento de brazos, piernas, cuello y espalda.
Según el instructor de la categoría juvenil de Pichincha, Lénin López, un escalador debe tener mucha flexibilidad y ser dinámico. Mientras más fuerte y rápido es el deportista, tendrá menos movimientos y menos desgaste en la “presa” o pared de competencia.
El entrenador piensa que esta disciplina está creciendo en número y calidad, en Ecuador. Deportistas de todas las provincias y de todas las edades se suman a diario a esta actividad.