Los gimnasios se acondicionaron a los alumnos

paúl rivas / el comercio


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Los gimnasios cambiaron los métodos de entrenamiento para que los deportistas aficionados se mantengan por mucho tiempo en estos sitios.

Ahora los entrenadores son también motivadores y hacen seguimientos diarios, con tablas específicas de los pedidos de mejoramiento del cuerpo de sus alumnos. Uno de los que aplica este mecanismo es Miguel Carrillo, del gimnasio Stone, en el norte de Quito.

El técnico de 26 años maneja un concepto en el cual quienes quieran inscribirse en un gimnasio deberán estar seguros que quieren pasar en el lugar, por lo menos, una hora diaria.

La duda principal de los aficionados es en qué tiempo podrán tener un cuerpo definido. Carillo dice que en tres meses se logran ver resultados.

Si el objetivo es bajar de peso, la faja reductora de la cintura ayuda a la sudoración en la zona abdominal. Este producto está sugerido para personas que quieran tener un abdomen plano. Así lo explicó Franklin Pico, de KAO Sport Center.

Los entrenadores también dan clases, según el pedido de los alumnos. Por ejemplo, si alguien quiere aumentar su masa del cuerpo, músculos de los brazos o de las piernas... Para eso piden accesorios que se venden en el mercado.

Y lo más novedoso es que ahora los instructores piden que sus alumnos también hagan otro tipo de actividades físicas en otros sitios.

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