Los jugadores de Ecuador en uno de los entrenamientos en Viamao. Foto: AFP
Aunque la nómina de Ecuador tiene 23 futbolistas, como las de los 32 equipos en el Mundial de Brasil 2014, Segundo Castillo y Ermen BenÃtez son virtualmente dos concentrados más que ayudan a la cohesión anÃmica del seleccionado que dirige Reinaldo Rueda.
Castillo, clave en el esquema de Rueda, no solo por calidad futbolÃstica sino por experiencia y liderazgo, quedó fuera del Mundial por una lesión sufrida apenas dos semanas antes de la cita ecuménica, durante un partido amistoso con México.
La presencia de BenÃtez es aún más dramática: él representa a su hijo Christian, un delantero del que se descontaba que estarÃa en el Mundial como titular, pero que perdió la vida el julio pasado, a los 27 años, por una peritonitis tratada con negligencia en Qatar.
“Es una pena, pero mi hijo está presente aquà de espÃritu”, dijo Ermen BenÃtez, de 53 años, goleador histórico de la Liga ecuatoriana y ex seleccionado de su paÃs, con el que jugó tres veces la Copa América y dos eliminatorias mundialistas hasta su retiro en 1995.
Castillo y el padre de ‘Chucho’ son en la práctica dos jugadores más, aunque el último no participe de los entrenamientos y el primero se lÃmite a trabajos leves de recuperación. Son como dos soldados de reserva que saben que ya no tendrán oportunidad.
Un amistoso contra México, el 1 de junio, transcurrÃa con normalidad, hasta que el ‘azteca’ Luis Montes cometió una entrada imprudente contra Castillo. Las piernas de los dos jugadores chocaron con brutalidad y desde el comienzo se temió lo peor.
“Estoy muy contento con que a él (al ecuatoriano) no le haya pasado nada y pueda jugar el Mundial. La imprudencia fue de mi parte, yo solito provoqué el accidente”, dijo Montes, con fractura de tibia y peroné, en momentos en que se creÃa que su adversario alcanzarÃa a recuperarse.