Para muchas personas alrededor del mundo, Ferrari representa la quinta esencia de la automoción. La exclusividad de sus vehículos y los múltiples éxitos deportivos alcanzados en diferentes disciplinas le han dado la categoría de mito y leyenda.
No obstante, solo unos pocos afortunados tienen la posibilidad de pagar unos cuantos cientos de miles de dólares para llevarse un ejemplar a su garaje, con lo cual la leyenda es también un sueño.
Por esa razón, sus modelos más emblemáticos de la marca italiana suelen ser objeto de todo tipo de imitaciones en varios países, unas muy bien logradas y otras no tanto.
Uno de los casos más recientes se dio en la localidad China de Changsha, donde cuatro estudiantes de mecánica decidieron construir una ‘réplica’ del célebre superdeportivo FXX.
Este bólido, provisto de un motor V12 de 6,3 litros y capaz de entregar 800 caballos de potencia, es tan exclusivo que únicamente se han fabricado poco más de 30 ejemplares desde el 2005, no está homologado para circular por la calle, el fabricante solo se lo vende a quienes hayan adquirido antes un Ferrari Enzo directamente a la marca y cuesta entre USD 1,7 y 2,3 millones.
Ante tantas limitaciones, los jóvenes emprendedores utilizaron la base de un Volkswagen Santana en regulares condiciones y lo modificaron hasta un punto en el que consideraron que ya se parecía lo suficiente al modelo original.
El trabajo tomó dos meses e implicó una inversión total de USD 1 500. La iniciativa formaba parte de un concurso dirigido a potenciar la imaginación y la creatividad de los estudiantes para mejorar sus habilidades en la transformación de vehículos. No obstante, los ‘ferraristas’ más acérrimos seguramente tendrán más de un reparo respecto del resultado final.
Fuente: forocoches.com